La valiente historia de un sacerdote que entregó su vida por salvar a una madre y a su hijo

Su cuerpo fue llevado en procesión por las calles de Gravetá, donde el cura ejercía el cargo de administrador del Área Pastoral Nuestra Señora de Lourdes

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Alfa y Omega ha explicado la historia del padre Fernando Lima Silva, de 38 años, que tenía como lema sacerdotal: El Buen Pastor da la vida por sus ovejas. Y este se ha cumplido de forma literal el pasado 13 de marzo cuando este sacerdote brasileño entregó su vida para salvar la de otras dos personas, un niño de 4 años y su madre.

Los tres se encontraban en un pequeño bote en la presa Serra Negra, en la zona rural de Bezerros (estado de Pernanbuco). La tragedia se desencadenó cuando decidieron inmortalizar el momento con una fotografía. El movimiento de los ocupantes provocó que la barca zozobrara y que los tres cayeran al agua. Entonces, Lima Silva rescató al niño y lo puso a salvo en una roca y luego hizo lo mismo con la madre ayudado por algunos lugareños que se encontraban en la orilla. El sacerdote no pudo, sin embargo, salvarse a si mismo y terminó pereciendo, a pesar de que la Policía trató de reanimarle de camino a un hospital.

Conmoción en Brasil

La noticia ha conmocionado a los habitantes de la región, que a las numerosas víctimas que está provocando la covid-19 deben sumar ahora la del padre Fernando. Su cuerpo fue llevado en procesión por las calles de Gravetá, donde el sacerdote ejercía el cargo de administrador del Área Pastoral Nuestra Señora de Lourdes.

"El Buen Pastor da la vida por sus ovejas era su lema sacerdotal. Dio su vida para salvar vidas. Que el Señor consuele los corazones de su familia, amigos, nuestro clero y toda la diócesis. ¡Descanso eterno, dalo, Señor! Y deja que tu luz brille para él", ha dicho la Diócesis de Caruaru en un comunicado.

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