Expulsado un sacerdote de Nicaragua por el régimen de Ortega tras celebrar la Eucaristía por la Semana Santa

El sacerdote panameño Doniciano Alarcón, que se encontraba en Nicaragua junto a los padres claretianos, fue expulsado sin violencia del país. Se encuentra en Honduras

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Nuevo ataque a la Iglesia Católica por parte del régimen de Nicaragua, después de que se procediera a la expulsión del país al sacerdote panameño Doniciano Alarcón tras celebrar la Eucaristía por el inicio de la Semana Santa.

Según ha informado el arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, Alarcón se encuentra en Honduras después de ser asignado a Nicaragua para vivir una experiencia con los padres claretianos.El propio Ulloa ha informado que el religioso panameño fue expulsado sin sufrir daños personales.

"Estas son las cosas que a veces no entendemos de quienes a veces ostentan el poder y yo creo que es, sobre todo, libertad religiosa", dijo el arzobispo de Panamá.

El diario panameño 'Panorama Católico' citó unas declaraciones de Alarcón a 'Radio Hogar de Panamá' en la que confirmó que fue expulsado pero no de manera violenta y desmiente que haya encabezado una procesión.

De esta manera, las relaciones del Gobierno de Daniel Ortega y la Iglesia viven momentos de gran tensión, marcadas por la expulsión y encarcelamiento de sacerdotes, como el caso de la condena a más de 26 años del obispo Rolando Álvarez por "traición a la patria", o la prohibición de actividades religiosas, entre ellas las procesiones como el viacrucis.

El presidente Ortega ha llamado "mafia" a sacerdotes, obispos, cardenales y al Papa Francisco, quien ha tildado de "dictadura grosera" al gobierno sandinista y ha señalado "un desequilibrio de la persona que dirige" el país centroamericano, uno de los más pobres del continente.

“Los hombres de fe creemos en el poder de la oración”

El arzobispo de Panamá también ha pedido solidaridad con el pueblo de Nicaragua, un país sumido en una larga crisis que ha incluido episodios violentos como los de abril de 2018, que dejaron centenares de muertos en manifestaciones antigubernamentales y han provocado la huida de miles de nicaragüenses, mientras que centenares han sido expatriados por el Gobierno en medio de una amplia condena internacional.

“Los hombres de fe creemos en el poder de la oración, pedimos precisamente para que cese la violencia de los violentos. Nosotros a estos personajes así, también los miramos con los ojos con los que les miraría Dios, y pedimos que tarde o temprano puedan cambiar al ser humanos se nos olvida la dimensión de que estamos aquí de paso y nos creemos eternos me creo eterno con todo el poder. Pero hay un poder en el Cielo que, tarde o temprano, pone a cada uno en su lugar", ha expresado Domingo Ulloa.

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