Los Reyes Magos llegarán al asentamiento irregular más grande de Europa: "No necesariamente más dinero es más cariño"

Lo que comenzó hace 15 años como una ayuda para 200 cartas de niños en la Cañada Real se ha transformado en un proyecto que gestiona los deseos de más de 3.000 menores en riesgo de exclusión. La iniciativa ‘Ningún niño sin Reyes Magos’, impulsada por la fundación Ayuda en Red. Ignacio San Román es el coordinador general y en el programa 'Ecclesia al día', ha confesado que el proyecto "casi se nos ha ido de las manos". 

 Una red de afecto y logística  

El origen de la campaña se remonta a un grupo de amigos y familias que conocían de cerca la realidad de la Cañada Real y el esfuerzo de los profesionales que trabajaban allí. Para garantizar que la ayuda es la adecuada, la fundación colabora estrechamente con los profesionales de entidades como Cáritas, Cruz Roja e instituciones religiosas, que acompañan a las familias durante todo el año. "Eso nos da una garantía de que cuando un profesional pone el foco en que esta persona es la adecuada, a nosotros nos deja muy tranquilo que el esfuerzo es el adecuado", ha explicado San Román.

El corazón del proyecto reside en su alto nivel de personalización. Cada una de las 3.000 cartas llega a un voluntario particular a través de una red de empresas privadas, universidades, colegios e instituciones públicas. Este "padrino" es el encargado de comprar el regalo principal que el niño ha pedido.

Para este regalo principal, la organización sugiere a los voluntarios invertir entre 20 y 25 euros, un presupuesto con el que, aseguran, se puede conseguir casi todo lo que piden los niños. San Román ha destacado que esta cifra busca también hacer reflexionar sobre el consumismo. "Siempre les hacemos ver, oye, es mejor llegar a dos personas que no desorbitarlo. No necesariamente más dinero es más cariño", ha señalado, una filosofía que aplican para extender la ayuda al mayor número de familias posible.

No necesariamente más dinero es más cariño"

Ignacio San Román

Coordinador general de Ayuda en Red

 El objetivo final es fortalecer los vínculos  

Uno de los aspectos más singulares de la iniciativa es el proceso de entrega. Lejos de buscar el protagonismo, la fundación da "un pasito atrás", como ha descrito su coordinador. Los regalos se entregan a los profesionales de las instituciones colaboradoras, quienes, a su vez, se los dan a los padres. Son finalmente los padres quienes entregan los regalos la mañana de Reyes, de la manera que consideran más oportuna.

Con esta metodología, el proyecto busca un doble objetivo: por un lado, fortalecer el vínculo entre el profesional que acompaña a la familia durante todo el año y, por otro, y más importante, reforzar la relación entre padres e hijos. "Vimos desde el principio que teníamos que dar un pasito atrás en la entrega para fortalecer esos vínculos que son los importantes", ha insistido Ignacio San Román.

El impacto en los niños es "muy fuerte", ya que, según ha explicado San Román, "están muy acostumbrados a que esto no ocurra". Cada regalo principal se complementa con un lote que la fundación prepara, intentando añadir siempre ropa de abrigo, material escolar y algún libro, una parte que supone el mayor reto logístico de la campaña. Finalmente, todo se entrega con un tarjetón personalizado que transmite el afecto de toda la organización. "Toda esa cadena de cariño, yo creo que lo perciben, porque está en pequeños detalles", ha concluido.