Costa Rica: Los obispos transmiten al presidente electo siete prioridades para la acción de gobierno

Le instan a luchar contra la corrupción, reforzar los sistema de salud y educación, y defender la vida y la familia

Costa Rica: Los obispos transmiten al presidente electo siete prioridades para la acción de gobierno

Redacción Religión

Publicado el - Actualizado

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No es habitual que la Iglesia católica se pronuncie sobre cuestiones de gobierno tras unas elecciones. Lo común es que los episcopados preparen exhortaciones antes de acudir a las urnas, y que estas se limiten a recordar principios católicos básicos que «orienten» el voto de los creyentes. Los pronunciamientos, además, suelen llegar con cierta antelación, para no interferir en demasía en las campañas o al comienzo de estas.

En Costa Rica, sin embargo, la Conferencia Episcopal acaba de transmitir al presidente electo Rodrigo Chaves sus «principales preocupaciones» sobre la situación del país. Lo ha hecho mediante una carta pública que desglosa en «siete temas» los que considera los «desafíos» más importantes que afronta hoy la sociedad tica y que, por tanto, deberían centrar la acción de gobierno.

Victoria sorpresa

Rodrigo Chaves Robles, del Partido Progreso Social Democrático (centro-derecha), se impuso en la segunda vuelta de las elecciones celebradas el pasado domingo, 4 de abril. El dirigente, que solo había conseguido un 16,7% de apoyos en la primera consulta, disputada en febrero, se impuso contra pronóstico por cinco puntos de diferencia al expresidente José María Figueres, del Partido Liberación Nacional (centro-izquierda). La abstención superó el 42%, lo que demuestra la apatía, el desinterés y el desencanto del electorado con su clase política.

Chaves ha obtenido el triunfo con un partido recién fundado gracias al descontento social. Exministro de Hacienda durante un corto periodo en el gobierno actual, trabajó como funcionario en el Banco Mundial, donde tuvo que renunciar tras ser acusado por acoso sexual por varias mujeres.

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Políticas que fortalezcan la paz social

Lo primero que demanda la Iglesia al futuro presidente es que trabaje para poner fin a la crispación social. Lo segundo, que ponga en práctica «una democracia realmente participativa» en que «la ciudadanía sienta que puede acudir a sus autoridades porque [estas] están velando por sus intereses». «Es fundamental —le dicen— que haya plena representación de la ciudadanía en los puestos de poder; que el ciudadano se sienta realmente parte del gobierno y no lo vea como un ente lejano a sus intereses».

Respecto a la «paz social», constata que esta se está viendo probada por «una desigualdad que es de las más elevadas del continente» y por «soluciones que no llegan a las clases más vulnerables». La crispación, división y polarización, dicen, se han incrementado enormemente tras las elecciones de 2018.

Un millón de pobres y 400.000 parados

En el apartado económico, el episcopado recuerda a Chaves que en Costa Rica hay actualmente un millón de pobres y 400.000 parados, algo que califica de «vergonzoso». Citando la encíclica Fratelli tutti, los obispos exhortan al mandatario electo —tomará posesión en mayo— a situar a la persona en el centro de las políticas de desarrollo, así como a combatir la corrupción, una lacra —recuerdan— que hace que los recursos que son de todos se queden en manos de unos pocos. «Efectivamente, necesitamos crecimiento económico —afirman—, pero que sea justo, que se vea reflejado en la generación de vivienda, en infraestructura vial de primer mundo, en empleo digno para todos, de salud y educación de calidad. Si la economía no se pone al servicio de la persona humana, esta será vacía». Es hora de «poner rostro» a las cifras e indicadores económicos.

Defensa de la vida y de la familia

La jerarquía lamenta el retroceso que el país ha experimentado en las cuestiones que tienen que ver con la vida y la familia. En este sentido, denuncia que se han ido abriendo las puertas al aborto y «se está en camino de buscar medidas que aprueben la eutanasia». «Debemos retomar la cultura de la vida que siempre caracterizó a nuestra nación desde que en el siglo XIX abolió la pena de muerte», sostiene la Conferencia Episcopal, que reclama con toda claridad «políticas que ayuden a las familias». «Un futuro sustentable solo es posible con familias sólidas, creando un porvenir seguro para los niños; de ellos es la sociedad del mañana. Es vital un gobierno que se vuelque en favor de la vida y la familia».

Salud y educación

En el terreno de la salud, los obispos costarricenses piden al futuro presidente que fortalezca la Caja Costarricense de Seguro Social —un organismo creado en los años cuarenta del pasado siglo «que hoy nos sigue protegiendo, incluso en medio de la feroz pandemia que enfrentamos»— y el conjunto del sistema de salud, que debe alcanzar a todos y ser solidario. «La opción por la salud, como la apuesta por la educación, debe sentar las bases de cualquier gobierno», consideran. Asimismo, exigen la «revisión inmediata» de la consideración de la «vejez» como una enfermedad. Los adultos mayores, al igual que las mujeres embarazadas, deben ser cuidados en todos los extremos. «No se debe permitir que algunos grupos ideológicos promuevan como condición de enfermedad la edad o el estado de embarazo; es vital proteger al no nacido».

Con respecto a la educación, se indica que en los últimos años, y debido a la pandemia y a las huelgas, se ha producido un notorio deterioro en el acceso al conocimiento por parte de los estudiantes, y se califica la situación de «emergencia nacional». «Que haya datos de cerca de 425.000 estudiantes sin conectividad, es una vergüenza para el sistema educativo del país, y para la sociedad en general», escriben los obispos. Y concluyen: «Es fundamental que se desligue a la educación de toda forma de ideologización».

Cuidado de la creación

Por último, el organismo que preside el obispo de Ciudad Quesada, José Manual Garita, hace un llamamiento para que el compromiso con el medio ambiente se refleje «en hechos». Y como para conseguir resultados las políticas que se apliquen requieren «constancia», piden una hoja de ruta para que estas no se vean afectadas por los cambios de gobierno y la llegada de nuevas personas o partidos al poder. «Cuidar nuestra “Casa Común” —escriben los obispos tras citar la Laudato si´— es una obligación de todos, pero en particular de quienes guían los destinos de la nación. Si no cuidamos y protegemos el lugar en que vivimos, no tendremos un espacio apto para vivir y desarrollarnos; y el futuro de las nuevas generaciones será grave y preocupante».

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