Proyecto Mater, el programa de Cáritas que atiende a embarazadas presionadas para abortar: "Están abandonadas"

Gestionada por Cáritas Toledo, el programa ha salvado la vida de 119 bebés desde 2015. La atención a estas mujeres va desde lo económico a lo psicológico: "Muchas se avergüenzan"

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El Proyecto Mater que gestiona Cáritas Toledo ha permitido en sus siete años de existencia que un total de 119 bebés vieran la vida. Un programa en el que colabora la Archidiócesis, con el que se pretende dar respuesta a las necesidades de madres embarazadas que dudan en continuar con su embarazo por sus circunstancias económicas y sociales.

Desde septiembre de 2015, el Proyecto Mater ofrece ayuda integral a estas mujeres que no tienen una vida fácil, y a las que la presión social les lleva a tomar la decisión de interrumpir voluntariamente su embarazo.

La responsable del proyecto, Carmen Moreno, ha precisado en ECCLESIA que la atención que reciben estas mujeres “es desde que tienen una fecha para abortar, porque ven que es la única ayuda que se les presta, la única mala opción que se les presenta. Es en ese momento cuando conocemos a la mujer e iniciamos el acompañamiento para que puedan disfrutar de su maternidad”.

Un acompañamiento integral para las embarazadas con dificultades

El apoyo que ofrece el Proyecto Mater de Cáritas Toledo no culmina una vez que la embarazada da a luz: “Es una atención sin plazos, estamos en el momento de dificultad, cuando la madre decide si quiere un hijo vivo o muerto, y después cuando da a luz conforme se va necesitando. Necesitan apoyos variados, es un crear familia y estar ahí”, sostiene la responsable.

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Acompañamiento emocional, médico, psicológico, de formación, económico o proporcionarles un hogar es lo que ofrece este programa. Toda una red de ayuda para unas mujeres que, en la mayoría de los casos, se encuentran solas e incomprendidas por un entorno que les presiona para abortar: “El abandono se da en la mayoría de embarazadas que acuden a nosotros. Muchas tienen necesidades de vivienda, de conciliación de la vida familiar y laboral... es decir distintas dificultades que se pueden ir dando. Al ser Iglesia, también ofrecemos ayuda espiritual que no es obligatoria, pero la ofrecemos”.

Asimismo, la escasez de recursos económicos es otro factor que impulsa a muchas mujeres a abortar, aunque el primer agente es, según Carmen Moreno, la presión social: “Puede ser que si sea su cuarto hijo tenga dificultades, o si la echan del trabajo, pero sobre todo abortan por las presiones sociales de familiares, amigos, en el trabajo....”, ha reiterado la responsable del Proyecto Mater.

El fracaso de la agenda feminista del Gobierno

Moreno ha indicado que la mayor parte de mujeres a las que atienden en este programa son de nacionalidad española, lo que a su juicio refleja el fracaso de las políticas feministas que impulsa el Gobierno: “Hace que muchas mujeres retrasen su embarazo, renuncien a su hijo... Estamos invirtiendo en políticas feministas como el aborto, pero apenas se destinan recursos para financiar a mujeres que quieran seguir delante con su embarazo, que se sientan acompañadas y que tienen carencias económicas. Se está dando una desprotección de las embarazadas en situación vulnerable”, ha expresado.

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"Quienes se plantearon abortar tienen cargo de conciencia"

Preguntada por el sentir de las mujeres que en el pasado abortaron o tuvieron intención de hacerlo, Carmen Moreno asegura que su sentimiento es de cargo de conciencia, tal y como ella misma palpa cuando visita a estas mujeres una vez que han dado a luz: “Lo primero que dicen son frases como 'madre mía, yo quería haberle matado'. Qué frase tan dura que una mujer esté así y tenga ese sentimiento de culpa. Por eso es importante la atención psicológica que prestamos, un proceso para perdonarse a ellas mismas”.

Una vez que este proceso de sanación está avanzado, son muchas las mujeres las que comparten su testimonio con embarazadas que se ven envueltas en la misma encrucijada: “Pero eso tiene que ser cuando el camino de sanación está avanzado, porque al principio se mueren de la vergüenza”, puntualiza en ECCLESIA la directora del Proyecto Mater.

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