Omella agradece la labor de los bomberos y cuerpos de seguridad "ante la ola de incendios que vivimos"

La Iglesia se vuelca con los afectados por los incendios y advierte de la importancia de "cuidar la Creación": "Es un deber de todos, para así evitar que ardan nuestros bosques"

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La ola de calor que ha vivido España del 9 al 18 de julio ha sido la tercera en duración y extensión desde que hay registros, con temperaturas máximas que han superado con holgura los cuarenta grados en buena parte de la Península.

Un calor extremo que ha traído, por desgracia, una ola de incendios que deja miles de hectáreas calcinadas en territorios como Extremadura, Castilla y León o Galicia. La peor parte se la ha llevado Losacio (Zamora), donde a la tragedia ecológica hay que sumar la humana tras la muerte de dos personas como consecuencia del fuego: el brigadista de 62 años Daniel Gullón, que se quedó atrapado mientras luchaba contra las llamas en la Sierra de la Culebra, y un ganadero ovino.

La Iglesia no ha sido ajena al dolor que tantas familias han sufrido como consecuencia de los incendios. Y es que son miles los vecinos de diferentes pueblos de nuestro país los que han tenido que ser desalojados ante el riesgo de que el fuego arrasase con sus hogares.


Ante el capítulo de incendios que estamos viviendo este verano, quiero dar las gracias a los bomberos y cuerpos de seguridad implicados en su extinción. Cuidar nuestra casa común durante todo el año es un deber de todos, para así evitar que ardan nuestros bosques.#LaudatoSi


La Iglesia de Zamora se vuelca con los afectados por los incendios

En el caso del incendio de Losacio en Zamora, cientos de vecinos fueron desalojados en las comarcas de Tábara y Alba. El obispo de la diócesis, Fernando Valera, ofreció a la Junta de Castilla y León "todos los espacios y recursos que necesite para evacuar a cuantos vecinos de las zonas afectadas corran algún tipo de riesgo". De hecho, varias decenas de personas mayores fueron trasladados a residencias de Cáritas Diocesana de Zamora en las localidades de Alcañices, Carbajales de Alba y Fermoselle.


Pero el grueso de los evacuados se alojaron en el recinto ferial y en la Ciudad Deportiva de Zamora, durmiendo en los pabellones habilitados por Cruz Roja. Surgieron en este sentido iniciativas particulares, como la del Arciprestazgo de Sayago, que se pusp en contacto con Cruz Roja para ver cuáles eran las necesidades de las personas damnificadas por el fuego.

Los obispos de Aragón agradecen la labor de los profesionales

Los obispos de las diócesis de Aragóntambién emitieron el 21 de julio un comunicado mostrando su preocupación por el incendio que ha devastado algunas zonas del Alto Jalón, y manifestaron su solidaridad, afecto y cercanía a todas las víctimas, poniendo a su disposición tanto las personas como las iglesias y dependencias parroquiales.

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En el comunicado firmado por los obispos de las diócesis de Aragón, agradecieron la respuesta de los profesionales y voluntarios que están haciendo todo lo posible por responder a las urgencias naturales y humanas de estos días.

La diócesis de Tarazona lamentó de manera “muy especial” el grave incendio que comenzó el pasado 18 de julio en Ateca (Zaragoza) y que obligó a desalojar las localidades de Moros, Villalengua, Alhama de Aragón, Castejón de las Armas y Bubierca, así como a la Residencia de Ancianos de Villarroya de la Sierra, pertenecientes a la jurisdicción eclesiástica de esta diócesis.

Por ello, el obispado aragonés quiso hacer llegar a todos los afectados “su solidaridad, cercanía y colaboración en estos terribles momentos, poniendo a disposición de las autoridades y vecinos las iglesias y centros diocesanos”.

La diócesis de Ciudad Rodrigo invita a reflexionar sobre el cuidado del medio ambiente

En Monsagro (Salamanca) la virulencia de las llamas obligaron a desalojar en cuestión de segundos a sus vecinos.El obispo de Ciudad Rodrigo, José Luis Retana,se puso a disposición de las autoridades para arrimar el hombro en lo posible, tal y como se lo transmitió al alcalde del municipio, Marcos Iglesias, que en el momento de la comunicación se encontraba en uno de los pabellones de la localidad al que fueron trasladados muchos de los vecinos hasta que la situación permitiese un pronto regreso a sus casas.

Asimismo, la diócesis castellano-leonesa manifestó que “el drama de los incendios forestales, tanto desde el punto de vista humano como desde el ecológico, nos invita, una vez más, a reflexionar sobre el desafío urgente de proteger nuestra casa común, unas palabras que nos recuerda el Papa Francisco en su encíclica Laudato Si”.

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