El obispo de Cartagena reflexiona sobre la manera de comunicar de la Iglesia: "No sé si no sabemos hacerlo"

El papel del periodismo en la sociedad o la manera de comunicar en la Iglesia en la sociedad del siglo XXI, protagonistas en el encuentro de ECCLESIA con Lorca Planes

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A las 10h de la mañana del pasado jueves 26 de mayo, ECCLESIA tenía una cita con el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, para someter a análisis una cuestión trascendental para la Iglesia de hoy: la comunicación. El debate sobre la manera en el que la institución se proyecta hacia el exterior no es nuevo. ¿Cómo hacer atractivo el mensaje del Evangelio en una sociedad cada vez más secularizada? ¿Se ha quedado la Iglesia anticuada en el uso del lenguaje? ¿Aprovecha las organizaciones eclesiales todas las herramientas necesarias para una comunicación fresca?

Cuestiones de sumo interés para la institución que ECCLESIA ha puesto sobre la mesa al presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales, con la ayuda de Sara de la Torre (ECCLESIA); Laura Ramírez (EUROPA PRESS); Álvaro González (TRECE) y Faustino Catalina (COPE), periodistas con una dilatada experiencia en la cobertura de la información religiosa en un momento propicio, ya que la Iglesia ha celebrado recientemente la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

Somos timoratos a la hora de presentar lo que hace la Iglesia”

Durante la charla, el obispo de Cartagena tiene diagnosticado un problema que es trasversal en el mundo eclesiástico, y es que falta valentía o conocimientos para sacar a relucir el verdadero rostro de la Iglesia, así como sus iniciativas y acciones.

“Hay un deseo de potenciar lo bueno. No sé si somo timoratos a la hora de presentar lo que hace la Iglesia. Nuestro estilo es hacer las cosas en silencio”, ha reflexionado el purpurado, quien ha puesto de ejemplo a Cáritas y a sus voluntarios como entidad que es necesario poner en valor.

“Son héroes impresionantes con nombres y apellidos, no anónimos. Estas personas lo que hacen es paliar el sufrimiento de la gente. Salen al encuentro, no esperan a que se llame a la puerta. Les haría un monumento, porque calman el ruido de los sufrimientos. Son muchas las heridas que hay en la sociedad. No podemos diagnosticar de donde vienen los sufrimientos, pero los hay. Yo creo que hay ejemplos de testimonios que quizás tendríamos que utilizar más, pero no sé si no sabemos hacerlo en la Iglesia, o si nos da cosa estar diciéndolo”, ha expresado Lorca Planes.

Una pastoral digital o potenciar la religiosidad popular para evangelizar

Incorporar una pastoral digital, indagar en las redes sociales donde navegan los jóvenes como Twitch o TikTok o aprovechar los momentos del año donde el fervor religioso crece como en Semana Santa o en las tradicionales romerías para “pescar en medio del lago y no quedarnos en la orilla con quienes ya vienen a Misa” son algunas de las propuestas que han salido a relucir durante la charla.

Iniciativas que ha sido bien acogidas por el titular de la diócesis murciana, quien no ha dudado en reivindicar el valor de la religiosidad popular en los pueblos de nuestro país: “Es una oportunidad maravillosa. Lo practico porque lo cuido y estoy cercano. En la romería de la Virgen de la Fuensanta, que no es igual que la del Rocío (en Huelva), acompañaron a la Virgen unas 800.000 personas. Eso me lo tomo muy en serio porque me electrizo. Voy detrás de la imagen, la llevo al hombro y me emociona mucho. El reto es aprovecharlo y cada vez hay una respuesta más positiva. Lo estamos potenciando. De alguna forma es crecer y buscar posibilidades. Ves la procesión cinco hora en la calle y ves a gente que llora. Me pregunto que esto no es algo que se hace dándole a un botón, sino que se vive una experiencia muy importante. Hay que potenciarlo más para que la gente, a través de estas manifestaciones, encuentren una experiencia de Dios”, ha manifestado el presidente de la Comisión Episcopal para las Comunicaciones Sociales.

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Todo suma a la hora de comunicar en esta sociedad frenética que marca nuestro día a día, aunque lo que no cambia es el protagonista: Jesucristo: “Toda solución que no venga de Cristo para una sociedad que quiere vivir la armonía de lo bello y extraordinario, no tiene sentido”, ha agregado.

Para ello, Lorca Planes no ha dudado en pedir ayuda a los periodistas como agente que oriente a la Iglesia a la hora de propiciar un 'feedback' con el exterior: “Tenemos que quizás reinventarnos. Pero ayudadnos también. El periodista está más en contacto con la realidad, por donde van los tiros, conocéis cuales son las fuentes de crítica fundamental al estilo que tiene la Iglesia. Ayudadnos, porque nos dejamos ayudar. No saldremos nunca de lo que es la Iglesia, que es el Evangelio, la voz de Cristo. No vamos a renunciar a ello porque no hace daño”, ha subrayado.

En este sentido, ha destacado que el reto más importante es dar esperanza en una sociedad donde cada vez más ciudadanos caen en depresiones. Una realidad que se ha agudizado con motivo de la pandemia: “Los problemas de los que hablan los psicólogos en esta época es descorazonadora, sobre todo entre los jóvenes. Ante una realidad así es evidente que tenemos que ser testigos de esperanza, abrir caminos. La alegría con la experiencia de Dios es el reto de la Iglesia, ayudar, estar cercanos. Vivir como lo estaría haciendo el Señor con nuestros problemas y situación”, ha expuesto.

Un mantra que se repite es que los jóvenes se sienten alejados de la Iglesia, por lo que se antoja necesario para el futuro un mensaje atractivo para este colectivo, aunque para ello se han de superar los obstáculos y factores externos que dificultan a la institución llegar hasta ellos. No obstante, el obispo cree que los muros infranqueables no existen.

“No creo en barreras infranqueables si somos capaces de dialogar, de proponer. No hay gente mala, sino que viven otra experiencias, no han tenido oportunidades de que se les proponga cosas como el Evangelio. Y es verdad que los jóvenes y la propia Iglesia estamos en un mundo concreto sometidos a muchas presiones. A veces todos los factores externos, cuando tienes una personalidad que te dejas llevar, te configura. Si no has tenido la suerte de haber oído una palabra del Evangelio o del estilo de vida de la Iglesia es evidente que costará más trabajo. Pero ese es mi reto como creyente, llegar a la gente que pueda estar más lejos, porque son mis hermanos también. Para un creyente no hay un enemigo, sino un hermano al que tender la mano, y si no la acepta estar abierto a construir con él el mundo que queremos”, ha señalado.

La responsabilidad de la crispación social no recae sobre los periodistas”

Entre estos factores que ejercen como ramas que nos impiden ver el bosque, asoma la polarización y crispación que cada vez está más asentada en los distintos ámbitos de nuestro día a día, no solo a nivel político, sino que también reina en las empresas. Para Lorca Planes, vivimos en una “dialéctica de contrarios”, donde prima el atacar al contrario “para que no rompan mi proyecto”.

Un mal que prolifera en el mundo que nos rodea, pero del que la Iglesia no puede formar parte por su razón de ser: “No puedo plantear una historia donde te busco las cosquillas y dónde has metido la pata, dónde he podido destruirte para tener mi camino libre. No puede ser el criterio de Iglesia, que es trabajar en silencio”, ha indicado.

El papel del periodismo en este contexto de crispación social es otro de los asuntos a los que ha hecho alusión el obispo de Cartagena, quien ha roto una lanza en favor de la profesión periodística, se ha deshecho en elogios hacia sus profesionales: “La verdad es que no creo que la responsabilidad caiga sobre los periodistas, porque el periodista tiene una vocación impresionante y necesaria en las sociedad. El periodismo se dedica a la comunicación de la verdad. Otra cosa son las interpretaciones, el comentario de la jugada”.

En este sentido, y preguntado por los principios que han de regir a un periodista declarado cristiano y que trabaja en un medio de la Iglesia como COPE o ECCLESIA, el titular de la diócesis murciana aconseja no incluir en las noticias “las tendencias y opiniones personales o las ideologías personales, sino ser lo más ecuánimes posibles, pensando en el bien de la verdad, en la transparencia”.

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