El monasterio de La Rioja que invita a mujeres vivir una experiencia monástica: "La gente sale de otra manera"

Once mujeres han compartido la vida monástica con las Cistercienses del Monasterio de Nuestra Señora de Vico. El 19 de octubre la abadesa explicará cómo está siendo la experiencia

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“Dejamos que entre quien quiera para compartir nuestra vida”. Es el objetivo que se han marcado las monjas Cistercienses del Monasterio de Nuestra Señora de Vico en Arnedo (La Rioja),quienes desde este año invitan a las mujeres a vivir una experiencia monástica durante una semana, donde comparten con la comunidad oración, descanso y trabajo monástico.

En declaraciones a ECCLESIA, la abadesa del monasterio riojano, la hermana Isabel, ha informado que en total han recibido 21 peticiones, de las cuales once han pasado ya por Arnedo: “Está pendiente que venga otra persona a finales de octubre y dos en Navidad”, ha apuntado.

Una iniciativa, comenta la hermana Isabel, que surgió en 2018, con el fin de secundar el mensaje del Papa Francisco de estar cerca de las periferias: “Vimos cómo podíamos hacerlo, y se nos ocurrió que la gente entrara aquí para compartir nuestra vida. Luego llegó la pandemia y hasta 2022 no hemos podido ponerlo en marcha”.

La experiencia de las once mujeres que han compartido la vida monástica

Hasta el momento, ha asegurado que la experiencia con las mujeres que buscan vivir la experiencia está siendo muy positiva y enriquecedora para ambas partes: “A nosotras nos ha aportado un estímulo para vivir nuestra vida. Estamos convencidas de que nuestra vida merece la pena, pero que podamos palpar que la gente se puede encontrar con paz no solo a través de un silencio meditativo, sino encontrándose con el Señor, ha sido la alegría más grande que podíamos recibir. La gente sale de otra manera, con paz, con serenidad, encontrándose con el Señor”, ha detallado la abadesa de Nuestra Señora de Vico.

Por su parte, las mujeres que viven esta experiencia monástica alcanzan una tranquilidad que no les proporciona una simple meditación, que a juicio de la hermana Isabel no deja de ser "una técnica" insuficiente: “Una de ellas me dijo que buscaba orientarse y, con los salmos, oración y el coro puso palabras a algo que no sabía expresar hasta ese momento. Otra mujer que llevaba años buscando, decía que toda meditación anterior no le enriquecía como la experiencia de encontrarse con nosotras y con el Señor”, ha relatado la abadesa.

Pero el contraste entre la forma de vida en un monasterio y fuera de él es chocante, algo que perciben las mujeres que han vivido con las religiosas la experiencia monástica: “Les choca nuestra vida austera, nuestra sencillez y la transparencia en el encuentro con la Palabra. Tienen la imagen desde el exterior de que todas las monjas de clausura somos iguales, pero no es así. Somos distintas pero nos queremos y lo compartimos todo”.

El claustro del 19 de octubre para explicar la iniciativa

Asimismo, las monjas Cistercienses obtienen más detalles a través de estas estancias sobre el mundo exterior y los problemas que afectan a la sociedad. En este sentido, la hermana Isabel comenta que “nos lleva a rezar más”.

El próximo 19 de octubre, a partir de las 19.30h, la hermana Isabel ofrecerá más detalles de esta iniciativa en un claustro online al que los interesados pueden inscribirse en el siguiente enlace:https://mailchi.mp/declausura.org/encuentro_sor_isabel_monasterio_vico

“Daremos a conocer cómo es nuestra vida, que mucha gente no termina de conocer. Nosotras, como Cistercienses, a parte de que el trabajo es fundamental, también lo es la acogida y rezar., el encuentro con el Señor a través de la Palabra. Compartimos lo más precioso que tenemos, nuestra vida, porque rezamos, comemos juntas, dialogamos.... si el mundo tiene que creer es porque ven que nos queremos, el testimonio de unidad y amor es lo que llega”, sostiene en ECCLESIA.

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