La mejor manera para descansar y desconectar en verano, mientras seguimos rezando: "Un tiempo importante de reflexión"

"Iré contigo y te daré descanso" el título del proyecto que han llevado a cabo los jóvenes del Regnum Christi de Valencia para no desconectar de lo más importante

Regnum Christi publica Iré contigo y te daré descanso

Regnum Christi publica Iré contigo y te daré descanso

Redacción Religión

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Llega el verano y lo que apetece es desconectar, dejarse llevar, descansar y, no solo es lícito querer hacerlo, sino que incluso es necesario. Después de un curso entero de trabajar o estudiar, el cuerpo y el cerebro necesitan descansar y liberar la tensión acumulada. Ahora bien, no debemos olvidarnos de lo más importante, de rezar, de mantener el contacto con Dios.

La espiritualidad: protagonista también en verano

El verano no solo nos debe servir para descansar, sino que también tiene que ser un momento en el que podamos pararnos a reflexionar y a rezar. No siempre es fácil, pero para ayudarnos a conseguirlo, los jóvenes del Regnum Christi de Valencia, han iniciado un proyecto que consiste en un libro titulado "Iré contigo y te daré descanso". En él podremos encontrar oraciones, el Evangelio del día y una lectura amena, pero espiritualmente enriquecedora, para seguir conectados a lo que es importante en la temporada estival.

El libro de Regnum Christi

El libro de Regnum Christi

Tere Rodríguez es una de las responsables de este proyecto y cree que es importante reivindicar el momento que ofrecen las vacaciones para "dedicar momentos largos de reflexión y oración que durante nuestra rutina no tenemos". El libro se ha escrito en conjunto con un equipo de unas 8 o 10 personas. El grupo es muy diverso, jóvenes, sacerdotes, monjas... En un principio, nació como un documento dirigido a los jóvenes, pero pronto se dieron cuenta de que se podía aplicar a cualquiera.

"Cuando no tienes un horario es mucho más difícil dedicarle 15/30 minutos a la oración, a pesar de que tienes más tiempo, con esto buscamos ofrecer una motivación para hacerlo", añade Tere. Al final, buscar estos encuentros con Dios y con uno mismo es un hábito, hay que construirlo en el día a día, darse cuenta de que ese tiempo da paz interior y es un ejercicio comparable al ejercicio físico, aunque sea a nivel espiritual.

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