La labor de Cruz Blanca y de su fundador, apodado el 'padre patera': “Acogíamos personas cuando todavía nadie hablaba de migrantes”

El Superior General de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, Luis Miguel, cuenta el origen de esta fundación española que nació en Tánger, Marruecos

Migrantes Canarias

EFE


Redacción Religión

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En esta semana en la que se celebra la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, el presidente Luis Argüello pedía en su discurso inicial a los dos partidos mayoritarios una regularización de más de medio millón de migrantes. Y es que la Iglesia se vuelca con todos ellos y trabaja desde que llegan a nuestro país para que no se encuentren desamparados.

Precisamente, una parte de la Iglesia que ayuda incansablemente a migrantes son los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca que celebran su 50 aniversario. Su fundador, Isidoro Lezcano, hizo que fuera casa y familia de las personas más vulnerables de la sociedad.

El hermano Luis Miguel, Superior General de los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca, ha explicado en 'Ecclesia al Día' cómo comenzó su trabajo de ayuda a migrantes: “El hermano Isidoro era canario y trabajó allí en el psiquiátrico de Las Palmas. Descubrió que en aquella época, junto con los enfermos mentales, también metían a la gente con discapacidad”.

Esta gente era maltratada por su condición de discapacidad y, entonces, Isidoro Lezcano pensó en tener un lugar donde acoger a las personas que no tienen calidad de vida en otros lugares, y así lo hizo en Tánger (Marruecos)”, ha contado el hermano Luis Miguel.

 EL PADRE PATERA  

Isidoro Lezcano era conocido como el 'padre patera', porque acogía directamente a los migrantes en el agua: “Cuando todavía nadie hablaba de migrantes, hace unos 30 años, ya en Algeciras empezaban a acogerse a las personas que llegaban en aquellas pateras desde Marruecos”.

“Nosotros, al haber nacido en Marruecos y recibir tanto bien por parte de aquella gente, nos veíamos en la necesidad de poder acompañar y acoger a estas personas que llegaban en lamentables circunstancias a las costas de Cádiz”, aseguraba el hermano franciscano. En Algeciras se abrió la primera casa de la acogida y, actualmente, Cruz Blanca está acogiendo en distintos centros a casi 800 personas.

“En Tánger tenemos dos residencias para personas con discapacidad intelectual”, señala Luis Miguel. Además, los Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca trabajan también en la cárcel de Tánger, así como otros programas de ayuda: “Acompañamos a la infancia con proyectos de reeducación para jóvenes que no tienen posibilidades y apostamos porque se formen e intenten no meterse en los bajos de un autobús o de un camión para pasar el estrecho”, concluye.