El Santo Cáliz regresa desde Valencia a San Juan de la Peña: un viaje con siglos de historia y profundo valor espiritual
La reliquia, venerada en la Catedral de Valencia, visita durante dos días el monasterio que fue su hogar durante más de 350 años

Valencia - Publicado el
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El Santo Cáliz, una de las reliquias más valiosas y veneradas del cristianismo, ha iniciado una breve pero significativa peregrinación a San Juan de la Peña, el monasterio oscense que lo custodió durante más de tres siglos y medio, antes de su llegada a Valencia en el siglo XV. La visita, que durará dos días, coincide con el 75 aniversario de la Hermandad de San Juan de la Peña, una ocasión que ha motivado este simbólico y emotivo retorno.
“Estamos a punto de llegar a Jaca y San Juan de la Peña con una gran emoción”, explicaba don Álvaro Almenar, canónigo celador del Santo Cáliz, en una entrevista con COPE Valencia durante su trayecto. “Se trata de un lugar histórico para la reliquia y un acto cargado de valor espiritual y cultural”.
La peregrinación no es solo un acto religioso, sino también un homenaje a la historia del Cáliz, que según la tradición, pasó de Jerusalén a Roma y desde allí fue traído por San Lorenzo a tierras aragonesas. “El primer documento que certifica su presencia en San Juan de la Peña data de 1399”, recuerda Almenar. Durante su etapa en los Pirineos, la Catedral de Jaca también desempeñó un papel importante, motivo por el cual forma parte del itinerario.
El traslado de la reliquia se ha llevado a cabo bajo estrictas medidas de seguridad. “Hemos confiado en una empresa especializada en transporte de obras de arte y vamos escoltados por la Guardia Civil. En destino también contamos con seguridad privada”, asegura el canónigo, que forma parte de la comitiva junto a representantes de la Real Hermandad del Santo Cáliz y otros cuatro canónigos.
Para San Juan de la Peña, la visita representa también una reconexión emocional con su pasado. “Hace 25 años, con motivo del 50 aniversario, también se organizó una peregrinación similar. Muchos aún lo recuerdan con cariño”, relata Almenar.
El viaje se produce en el marco del Año Jubilar del Santo Cáliz, que se celebrará en Valencia a partir del próximo 30 de octubre. Esta celebración, reconocida por la Santa Sede, convierte a la ciudad en sede jubilar a perpetuidad. “Cada cinco años celebramos un año jubilar. En 2015 fue el del Cáliz de la Misericordia, en 2020 el de la Pasión por la pandemia, y este será el de la Esperanza”, detalla.
El Santo Cáliz es, junto con la Sábana Santa, una de las reliquias más estudiadas y documentadas de la cristiandad. Más allá de la fe, su valor arqueológico, artístico e histórico lo convierten en un símbolo que atrae cada año a miles de personas. “A la Catedral de Valencia llegan casi 2.000 visitantes al día, entre peregrinos y turistas”, afirma Almenar.
El objetivo, además de rendir culto, es también proyectar a Valencia como referente del turismo religioso y cultural. “Ojalá que esta reliquia nos ayude a ser tan reconocidos como Santiago por su tumba apostólica. Tenemos el privilegio de custodiar una pieza que habla de la presencia de Cristo en la tierra”, concluye.
Esta breve pero intensa peregrinación a San Juan de la Peña es mucho más que un acto conmemorativo: es un reencuentro con las raíces, una reafirmación del patrimonio compartido y un impulso al mensaje universal del Santo Cáliz. Una joya espiritual que sigue inspirando, siglos después.