La congregación de las Hermanas Oblatas denuncia la explotación sexual y renueva su compromiso con las víctimas y la transformación social

En el Día Mundial contra la Trata de Personas, la congregación de las Hermanas Oblatas claman contra la trata: "No es inevitable, es sostenida por la desigualdad"

Día Mundial contra la Trata de Personas

Día Mundial contra la Trata de Personas

Borja Cuñado

Publicado el

2 min lectura

Con motivo del Día Mundial contra la Trata de Personas, celebrado este 30 de julio, las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor emitieron un comunicado en el que denuncian con firmeza la trata con fines de explotación sexual y visibilizan el sufrimiento de las mujeres que la padecen. "La trata tiene rostro de mujer, y no callamos ante su dolor", afirman en un texto cargado de denuncia, esperanza y compromiso.

Desde su trabajo en proyectos sociales en España, Italia y Portugal, la congregación acompaña a mujeres que han sido captadas, explotadas y silenciadas, ayudándolas en su proceso de recuperación y reconstrucción. No las ven como víctimas pasivas, sino como mujeres valientes, capaces de reorganizar su vida pese a haber sido cosificadas y privadas de libertad. Frente a un sistema que normaliza esta violencia, las Oblatas piden no solo acompañar, sino también alzar la voz y actuar.

Trata de mujeres

Trata de mujeres

Acompañar, denunciar, transformar

Para las Oblatas, acompañar a una mujer en situación de trata no es un gesto puntual, sino un acto profundamente evangélico. Significa "estar, sin condiciones; escuchar, sin juicio; confiar, incluso cuando es difícil". Su compromiso se expresa a través de la escucha, la acogida y el respeto por los procesos personales de cada mujer, apostando por su dignidad y libertad.

Sin embargo, ese acompañamiento no basta si no se transforma la realidad que permite la trata. Por eso denuncian las estructuras de poder, impunidad, demanda y desigualdad que la sostienen. La trata no es inevitable, insisten, sino el resultado de sistemas que la permiten, mercados que la consumen y sociedades que la toleran.

Un compromiso firme frente al dolor silenciado

El comunicado cierra con un llamado urgente a la acción: "Hoy no basta con recordar: es urgente actuar". La congregación reafirma su compromiso con cada mujer acompañada y con aquellas que aún esperan ser escuchadas. También con cada comunidad que puede ofrecer espacios de acogida y con cada historia que merece ser sanada.

Las Oblatas seguirán construyendo alternativas, formando, sensibilizando y tendiendo redes. "Creemos en la posibilidad de un mundo sin trata", afirman. Y mientras ese mundo llega, seguirán sembrando esperanza, en cada paso, en cada historia, en cada mujer. Porque, como concluyen, el cambio empieza en cada acción, por pequeña que sea.

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