Los catequistas en países de conflicto, protagonistas de la campaña de Navidad de Ayuda a la Iglesia Necesitada: "Los apóstoles del siglo XXI"

La fundación pontificia ha presentado la campaña para apoyar, a través de un total de mil proyectos, al sostenimiento y formación de los catequistas que llevan la esperanza en lugares de violencia y pobreza 

ACN

José Melero Campos

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Ayuda a la Iglesia Necesitada ha presentado este martes, 9 de diciembre, su campaña de Navidad con el lema 'Yo soy apóstol. Y tú también', dedicado en este 2025 a los casi tres millones de catequistas de todo el mundo que apoyan la pastoral de la Iglesia, muchos de ellos en lugares pobres y conflictivos del planeta.   

La fundación pontificia busca movilizar la generosidad para el sostenimiento y la formación de los catequistas, reconocidos como “los nuevos apóstoles del siglo XXI”, a través de un total de mil proyectos.

“Son la primera línea de evangelización en los rincones del mundo más vulnerables y desatendidos”, recalca el director de Ayuda a la Iglesia Necesitada, José María Gallardo, recordando que son los que sostienen la fe donde los sacerdotes no pueden llegar debido a la persecución, la guerra, la escasez de vocaciones. “Su presencia mantiene viva la llama de la esperanza en países marcados por la violencia y la discriminación religiosa”.

Ser Catequista en lugares de extrema pobreza o persecución religiosa 

Es el caso del matrimonio de Dirce Andres Zoguri y Leni Vitorino, que en la Amazonía navega durante días para evangelizar en áreas marcadas por el narcotráfico y la violencia. Por su parte Babu Imran Patras mantiene viva la fe en una región de Pakistán, donde los cristianos viven bajo constante presión, por lo que su labor catequética es vital para mantener la fortaleza espiritual de los cristianos.

Difícil es también la labor en países de África como Burkina Faso, donde la violencia yihadista obliga a miles de familias a huir, entre ellos catequistas. En Sudán del Sur, Peter Jurwel es un ejemplo de quienes sirven a la Iglesia mientras luchan por alimentar a sus familias.

Las tres necesidades urgentes de los catequistas: "formación, sostenimiento y movilidad

En este sentido, la campaña de la fundación pontificia se enfoca en tres necesidades urgentes. El primer pilar es el sostenimiento personal de los catequistas, ya que muchos de ellos carecen de lo mínimo para vivir dignamente. El segundo es la formación espiritual y catequética para fortalecer su vocación y un tercer pilar, que es facilitar su movilidad en zonas extensas con medios de transporte como canoas, motos o bicicletas, así como el reparto de material básico para impartir catequesis como Biblias o catecismos.

La aportación de los benefactores en el año 2024, explica Gallardo, permitió a Ayuda a la Iglesia Necesitada impulsar un total de 805 proyectos, logrando la provisión de más de mil vehículos de transporte o el reparto de casi 850.000 ejemplares de material catequético.

De ahí que el director de la fundación anime a los benefactores a convertirse en “apóstoles de Cristo”. “En esta Navidad, al apoyar a los catequistas, mantienes viva la fe en los lugares más olvidados y necesitados del planeta”.

En este sentido, Gallardo invita a los jóvenes a ser benefactores para contribuir a sufragar los proyectos: “Queremos reducir la edad, cada día estamos más presentes en nuestras diócesis, en festivales de juventud para que conozcan la realidad de persecución y necesidad”.

El testimonio de la hermana deisy, una vida formando a catequistas: "no es solo aprender oraciones"

La Hermana Deisy Delgado ingresó en la congregación Franciscanas de María Inmaculada. Es panameña. Durante décadas, la religiosa se ha dedicado a la educación y formación en la catequesis a los padres de los niños que forman parte de la comunidad.

   

Actualmente sirve en la diócesis de Colón, zona de misión de Río Indio, en una población rural dispersa geográficamente con río, mar o montañas, donde conviven poblaciones indígenas. Asegura el servicio de formación en la catequesis a los padres es fundamental como primeros transmisores de la fe en la familia.

Monja

“Compartimos con los papás de los niños a hacer una formación en la fe integral, porque si solo formamos a niños y los papás no les acompañan en esa experiencia de Dios, es poco lo que se puede lograr. Hemos implementado una formación catequética para padres. Acompaño a los catequistas, los formo y ellos son los encargados de acompañar en estas comunidades a personas sensibles al amor de Dios”, ha explicado.

Para la Hermana Deisy, es satisfactorio ser testigo de cómo Dios transforma la vida de estos padres: “Las familias han aprendido a orar juntos, porque les hago énfasis en la oración en familia. Se ha logrado poco a poco que un 70% de la familias se reúnan con sus hijos para orar con ellos”.

Y es que como apunta la Franciscana de María Inmaculada, son los catequistas “los que conocen la realidad de las familias de su comunidad, la vida de sus niños”.

En este sentido, ha recalcado que la catequesis “no es solo aprender oraciones, también tiene que tocar la vida de las personas, de nuestros niños y jóvenes. Es integral, es formar toda una personalidad”, ha subrayado.

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