El respeto a la naturaleza es un compromiso cristiano

El respeto a la naturaleza es un compromiso cristiano
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Mons. Javier Salinas El verano nos proporciona más oportunidades que otros momentos del año para entrar en contacto con la naturaleza y admirar su belleza. El mar y la montaña nos hacen admirar detalles que nos llevan a descubrir la presencia de Dios en su creación: "Vio Dios todo lo que había hecho y era muy bueno"(Gn 1,31). "El orden y la harmonía del mundo creado derivan de la diversidad de los seres y de las relaciones que entre ellos existen. El hombre las descubre progresivamente como leyes de la naturaleza que causan la admiración de los sabios. La belleza de la creación refleja la infinita belleza del Creador. Debe inspirar el respeto y la sumisión de la inteligencia del hombre y de su voluntad"(CIC, 342).
En los primeros capítulos del libro del Génesis, el primero dela Biblia, se cuenta de una manera poética como Dios ha creado el mundo y ha encomendado al ser humano una gran misión: "El Señor-Dios tomó el hombre y lo colocó en el jardín de Edén, para que lo guardara y lo cultivara"(Gn 2,15). Es el administrador de los bienes de la creación, la cual debe respetar para evitar un uso desordenado que desprecia al Creador y tiene consecuencias nefastas para los hombres. En esta línea se sitúa el séptimo mandamiento dela Leyque Dios dio a Moisés, donde "exige el respeto de la integridad de la creadión. Los animales,comolas plantas y los seres inanimados, están naturalmente destinados al bien común de la humanidad pasada, presente y futura… El dominio concedido por el Creador al hombre sobre los seres inanimados y los seres vivos no es absoluto; está regulado por el cuidado de la calidad de vidadelprójimo incluyendo la de las generaciones venideras; exige un respeto religioso a la integridad de la creación"(CEC, 2415).
Hoyla Iglesiainsiste en este mensaje de respecto a la integridad de la creación. El venerado Papa Beato Juan Pablo II escribió: "Una solución a los retos ecológicos exige más que propuestas económicas y tecnológicas, un cambio interiordelcorazón que rechace de modelos insostenibles de consumo y establecer hábitos respetuosos con el medio ambiente. Así podemos iniciar el camino que nos lleve a contemplar la tierra renovada. La irresponsabilidad ecológica es esencialmente un problema moral que aparece cuando el hombre olvida que su capacidad para transformar el mundo tiene que respetar siempre el designio de Dios sobre la creación".
Es necesario alcanzar la armonía entre nuestro bienestar y la conservación del medio que habitamos. Utilizar los recursos necesarios sin agotarlos ni malversarlos.
? Javier Salinas Viñals
Obispo de Tortosa