Una cárcel es todo un mundo. Con sus reglas, tremendas. Con guardianes que son como perros de presa. Con bandas y peligros, que pueden llevarte a la depresión, o a embrutecerte. O a pensar en la fuga. Y es que, pese a las estrictas normas de seguridad y vigilancia en gran parte de las prisiones del mundo, algunos de sus reclusos más notables se las ingenian para escabullirse del peso de la ley. Para la historia han quedado algunas de personajes que ya no olvidaremos y que se han llevado, por ello, al cine.

La segunda huida del Chapo Guzmán es una de ellas. El líder del cártel de Sinaloa le tenía cierta alergia a la cárcel y por eso protagonizó algunas de las escapadas más increíbles de la historia de América Latina: primero en un carrito de lavandería y luego a través de un túnel de más de 1,5 kilómetros de largo. Esta última tuvo lugar en junio de 2015, cuando Guzmán se escabulló por un hueco de su celda y recorrió el conducto en una moto que conducida por uno de sus secuaces.

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¿Sabías que Italia tiene su propia “prisión de Alcatraz”?

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— COPE (@COPE) June 10, 2021

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Pero la de Alcatraz incluso estremece más. Es una de las fugas más famosas de la historia y tuvo lugar en la conocida isla frente a la bahía de San Francisco, donde a mediados de siglo XX eran enviados los presos considerados más peligrosos de Estados Unidos. Era considerada la cárcel más segura del país, pero Frank Morris, Clarence y John Anglin demostraron que no era del todo así. Con grandes dosis de paciencia, cucharas y cuchillos robados de la cocina de la prisión, cavaron por meses un agujero que les permitió salir de la isla.

En Italia

Pero la última nos lleva hasta el país mediterráneo. En la isla de Cerdeña se ha producido una fuga de película. Un preso, relacionado con la mafia, consiguió escaparse de la cárcel en la que cumplía condena siguiendo prácticamente el guion de un largometraje. Marco Raduano, que cumplía 19 años en prisión por homicidio, tráfico de estupefacientes y tenencia ilícita de armas, robó unas llaves del personal de la prisión cuando estas no estaban siendo custodiadas.

Él lo tenía todo controlado porque robó las llaves, las usó para abrir la puerta blindada y después descendió por el muro exterior del recinto, ayudándose con varias sábanas atadas a modo de cuerda. ¿Esto funciona de verdad? Porque esto de las sábanas atadas es muy de película, se pueden desatar con el peso o se desgarran. Tiene mala pinta y de hecho se ha abierto una investigación para depurar responsabilidades. Raduano, conocido como 'Pallone', es miembro de la mafia Gargano, una violenta organización criminal que opera en la región de Apulia.