En los últimos días, hemos recibido un carrusel de borrascas que han dejado algunas lluvias y aunque ha sido este jueves cuando más litros han caído, el fin de semana será más estable. No nos mojaremos al salir de casa, pero estos días serán más fríos con heladas generalizadas. Comenzamos el mes de diciembre y con él, el invierno meteorológico, por lo que bajarán las temperaturas con máximas de unos 10 °C en zonas de la meseta norte que contrastarán con los casi 20 °C del Mediterráneo. Será para tiritar, pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué lo haces? Jorge Alcalde resuelve la duda en Poniendo las Calles.

Casi todos nos hemos quejado de tener frío en algún momento, sobre todo a medida que llegan las temperaturas más bajas. Pero algunas personas tienen esta sensación cualquiera sea el clima. La temperatura corporal normal promedio es de 36,6 ?, pero las variaciones son comunes con diferencias de hasta 0,5 ?. La temperatura de una persona en reposo cambia durante un período de 24 horas, alcanzando su punto máximo alrededor de las 18:00 horas y bajando a su nivel más bajo alrededor de las 04:00 horas. Los hombres y las mujeres en realidad generan diferentes cantidades de calor.

Lo que pasa en tu cuerpo

El centro de operaciones de ese sistema de termorregulación se encuentra en el cerebro. De forma simplificada, cuando se produce un cambio de temperatura, en la región cerebral conocida como hipotálamo se ponen en marcha unos mecanismos de compensación para conservar la energía calórica y lograr una mejor eficiencia energética. La información se transmite al cerebro gracias a unos termorreceptores en la piel, que son unas terminaciones nerviosas que detectan el frío y el calor. Pero hasta el estado de ánimo tiene cierto impacto.

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Todos tenemos ese sistema de termorregulación, pero en cada uno de nosotros funciona de una forma diferente, lo que puede tener una gran influencia en nuestras percepciones del frío y el calor, así como en la adaptación de nuestro organismo a los cambios bruscos de temperatura. La dotación genética de cada persona parece jugar un papel fundamental en la regulación de los mecanismos compensadores de la temperatura. También se ha observado que una mayor cantidad de grasa corporal proporciona más protección para el frío y que quienes son delgados son más vulnerables.

¿Por qué tiritamos cuando tenemos frío?

Cuando el termómetro baja, el cuerpo humano reacciona de una forma que podría parecer, cuanto menos, estúpida. En lugar de tener un órgano-calefacción que se encendiera cuando tenemos frío, nuestro cuerpo lo que hace es activar el modo vibración. Tiritamos de pies a cabeza, muelas empastadas incluidas, por alguna extraña razón. Pero la naturaleza es sabia, y en realidad este fenómeno curioso tiene una explicación bastante lógica. Es un mecanismo de defensa de tu cuerpo frente a las bajas temperaturas y es que los músculos no solo nos mueven, también nos dan calor.

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Cuando la piel comienza a enfriarse, sus receptores mandan una señal al cerebro para que deje de pensar en sus cosas y haga algo para darle calor al cuerpo. El cerebro lo que hace es mandar órdenes a los músculos para que se contraigan rápidamente, corregir esta bajada de temperatura y prevenir la hipotermia. Así lo explica Jorge Alcalde en Poniendo las Calles. Y es que si la temperatura de tu cuerpo llega a descender hasta los 32 °C, sufrirías amnesia; si baja hasta los 27 °C, perderías el conocimiento, y si, por alguna razón, desciende hasta los 21 °C, morirías.