La comida es algo que nos encanta pero cada uno a nuestro estilo y a veces eso puede ser un problema… Todos recordamos ese fragmento de la película Hell's Kitchen la película alemana donde se pide que caliente el gazpacho. Imagina que estas en tu casa y te apetece pedirte la comida a domicilio. Llamas, le das la comanda y le das una pequeña anotación el pollo, muy hecho por favor.

Te despides y tranquilamente sigues viendo el fútbol o una serie y la manta. Cuando te llega y lo vas a comer con todo preparado no te sienta tan bien el pollo porque te han cobrado un suplemento de 30 céntimos por pedir el pollo con un poco más de cocción.

Esto ha sucedido en Logroño. Imagínate la cara que se les quedó a los clientes al ver el ticket. Habían pedido pollo tex mex y después de esto les quedó extra picante. Es algo que a veces pasa. Nos encontramos con que nos cobran un pan que no hemos pedido o incluso el cubierto. Todo lo que se cobre en un restaurante, según la Organización de Consumidores, tiene que estar presente en la carta. Precisamente es este punto lo que nos confirma el chef Gonzalo Hierro: “como en cualquier otro negocio se estipula primero lo que se le va a cobrar, por eso debe aparecer en la carta o en el restaurante”.

Y no es la primera vez que pasa. Cobrar por el descorche de una botella de vino… Encontrarte en el ticket que la carta no tenia el IVA en los precios. O hubo en caso que se hizo viral donde un restaurante cobraba servicio de lavandería por unos manteles que ni siquiera estaban sucios. Gonzalo nos explica que más allá de la cuestión legal está la ética “es un tema que se ha cobrado por pedir mas un poco y es algo de risa. Hay gente que se está pasando un poco”.

Nos comenta también que cada vez pasa menos. Aunque un tema polémico es cobrar por el cubierto. No es ilegal pero el debate está ahí. Es algo que está pasando en algunos restaurantes y, claro,  cada maestrillo tiene su librillo: “¿y que hacemos? ¿Ponemos al cliente a comer con las manos? No tiene sentido cobrar al cliente por algo al que ya se la ha aplicado un margen para ganar dinero.

Bueno ya sabemos que hay que mirar bien la carta antes de pedir. Por cierto que al final al cliente le devolvieron los 30 céntimos de más. Lo que está claro es que cuando vio el ticket le montó al restaurante… un buen pollo.