Si te digo que cojas ahora mismo el móvil y abras WhatsApp, ¿en cuántos grupos estás? Tres, cuatro, cinco... más incluso. ¿Seguro que tiene es el de la familia el de los compañeros de trabajo o de clase, el de los padres del cole, el de los amigos, el de tu promoción, o el de un cumpleaños que cae cerca.

En fin, que nos pasa a todos cada vez estamos metidos en más grupos. Pero imagínate que de pronto recibes una notificación. Coges el móvil, miras y ves que te han metido en un grupo donde no conoces a absolutamente nadie. Ni siquiera al que ha creado el grupo, ¿qué haces entonces? ¿preguntas?, ¿te quedas?¿te sales? Pues atento a lo que te vamos a contar a continuación, porque este hecho…el meter a alguien sin su consentimiento en un chat puede suponer un problema legal.

Es el caso de un club de deportes de Córdoba, que es el anfitrión de un grupo en el que introduce a clientes. En él comparten información sobre pistas de tenis y pádel disponibles para reservar plazas libres en clases de gimnasio, servicio de piscina y demás contenidos de utilidad para los socios del club.Hasta aquí, todo okey. ¿Cuál es el problema? Pues que en ese grupo incluyeron a una mujer que había abandonado este club hace 10 años. Hombre puede ser un error, es cierto, pero el hecho de que conserven el nombre y el teléfono de esta persona 10 años después y los utilicen para esto contraviene la ley de protección de datos.

Y es que no está permitido que se usen los datos de un exsocio, es decir, de una persona que ha terminado su relación con este club con fines comerciales y se le agregue, sin su consentimiento, a este tipo de grupos, ya que su teléfono, foto de perfil o estado queda a la vista y conocimiento de otras personas.

Pues fíjate, esta mujer decidió denunciar el caso a finales de diciembre de 2020 ante esta Agencia, que, tras estudiar el caso, determinó que el club deportivo infringía hasta cuatro artículos de la ley relacionados con la protección de datos y privacidad.

Por ello, sancionaron al club con una multa de 4.000 euros: 1000 euros por cada uno de esos cuatro artículos infringidos.

Es un caso que nos ha llamado la atención y del el hemos hablado con Susana González, que es abogada especialista en Derecho digital. La experta nos ha dado unas cuantas claves para entender esta ley y cuenta que "los mayores perjudicados son la mediana empresa"porque "tienen una protección de datos de papel y boli".