Es el caso de uno de los GEO que intervenía en la operación Mito contra la estructura criminal dirigida por Sito Miñanco. El GEO, de 32 años recibió un disparo durante la intervención; el proyectil, una bala del calibre 45 entraba en su cuerpo y se alojaba en su homoplato. Los médicos, tras evaluar la situación de la bala,  han decidieron no operar. El agente vivirá con la bala en su cuerpo.

¿Qué riesgo conlleva para la salud del Guardia Civil? "Una bala cuando entra en nuestro cuerpo tiene orificio de entrada, va a mucha velocidad y crea una onda expansiva que daña por detrás y por delante, cómo no ha salido, todo el tejido dañado con el tiempo vuelve a su ser, y  el proyectil se encapsula" explica el doctor Esteban Pérez Almeida que descarta que la bala se desplace por el cuerpo "no se tiene por qué moverse".

¿Notará que está ahí? "La bala se queda encapsulada en medio de la masa muscular, lo notará cuando le hagan una radiografía que se verá y podrá fardar... o al pasar el escáner de un aeropuerto que pitará" dice el doctor Pérez Almeida que aclara que el GEO, "no tendrá que tener un cuidado especial, si está en un lugar donde no hay ningún órgano vital ni ninguna arteria, pues puede vivir hasta el final con la bala en el cuerpo" porque en "las heridas por bala, los peores daños son los sangrados si coge una arteria gorda como la femoral, así en las guerras se muere por desangrado".

En este caso se ha cumplido, dice el Director Médico de COPE,  "una máxima que hay en Medicina  y que es intentar curar y dañar lo menos posible".