La ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González, ha asegurado que está "todo listo" en España para recibir a la veintena de españoles que se encuentran en la ciudad de Wuhan, epicentro del brote del coronavirus, siguiendo las directrices de la UE y de la OMS. Hasta ahora, lo que se sabe es que cumplirán cuarentena a su llegada a España en el Hospital Gómez Ulla de Madrid. Se espera que la repatriación se efectúe entre mañana viernes y el fin de semana.

Según lo que cuentan los propios españoles en Wuhan, volverán en el vuelo de Reino Unido. Tras hacer escala allí permanecerán en el centro hospitalario de Carabanchel durante 14 días en una planta exclusiva para ellos donde gozarán de libertad para moverse. Desde el hospital se ha confirmado que podrán recibir visitas, aunque siempre a través de un cristal para evitar contagios.

En principio, la idea era que estos españoles pasarán la cuarentena en sus domicilios, pero entre las exigencias del Gobierno chino para permitir la repatriación, se encuentra la obligación de que los españoles estén recluidos en un hospital bajo supervisión médica.

Una exigencia que no se cumplió con los repatriados japoneses. Como la alerta era menor cuando salieron de Wuhan, el Gobierno chino solo exigía que la cuarentena fuese en sus hogares.

Un español que ya está cumpliendo esta cuarentena es Miguel Díaz-Cordovés. Un ingeniero industrial que volvió el miércoles de trabajar de Taicang, una ciudad a escasos 60 kilómetros de Shanghai. Su empresa, por voluntad propia, le ha impuesto una cuarentena de 15 días para evitar cualquier susto. En Mediodía COPE hemos hablado con él.

Según nos cuenta, él y sus dos compañeros han pasado multitud de controles médicos en China y en los aeropuertos por los que han pasado, a excepción, como reconoce del aeropuerto de España: “En China, tanto en la fábrica donde trabajamos como en el hotel y de camino al hotel nos tomaban la temperatura, incluso en un control de carretera nos pararon y nos tomaron la temperatura. Y en el aeropuerto, por su puesto también, con cámaras térmicas. Y en nuestra escala, que la hicimos en Dubai, también a la salida del avión nos tomaron la temperatura. En España, es el único aeropuerto en que la verdad no nos hicieron ningún control, por lo menos que sepamos”.