La decisión de 4 familias españolas que han cambiado la vida de un niño marroquí tras el terremoto de 2023
Ilyas tiene cinco años y sufre diplejía espástica. No podía caminar. Estas cuatro familias españolas no dudaron en ayudarle a salir adelante. Ahora Ilyas ha dado sus primeros pasos

La decisión de cuatro familias españolas que han cambiado la vida de un niño marroquí
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 9 de septiembre de 2023, Marruecos se vio inmerso en una de las peores tragedias de su historia. Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el sur del país y se convirtió en el peor sismo de la historia reciente. Casi 3.000 personas perdieron la vida y miles se quedaron sin casa. Tras esta catástrofe, el mundo se volcó con las víctimas y quienes lo habían perdido todo. También lo hizo Jaime Pinilla, quien además de visitar la zona con frecuencia, convenció a cuatro amigos para ayudar a todos los habitantes de la zona.
Compraron 300 tiendas de campaña y 20 días después de la catástrofe, los españoles estaban sobre el terreno repartiéndolas todas, especialmente en los pueblos más afectados por el temblor. Volvieron varios meses después, a principios de diciembre. En esta ocasión volvieron las cuatro familias con sus hijos y los maleteros de sus vehículos hasta arriba. Llevaban 1.000 juegues que habían conseguido reunir para repartir entre los niños.
"A través de un contacto que tengo, un amigo que tengo ahí, Ibrahim, seleccionamos una serie de aldeas e íbamos yendo por ellas", ha relatado Jaime. "Nos reuníamos con el jefe del pueblo, de la aldea, y le contábamos la acción. Se ponían ahí los niños y las familias haciendo una cola ordenada y se repartían los juguetes", ha relatado a COPE. En una de aquellas aldeas, en medio del reparto, se dieron cuenta de algo.
El pequeño Ilyas y cómo la decisión de estas cuatro familias le ha cambiado la vida
Había un niño que no se había levantado a por su juguete. Estaba en el suelo, como si se hubiera caído, semitumbado. Y es que este niño tenía un problema en sus piernas. La hija de una de esas familias, Marta, fue quien se dio cuenta de que Ilyas, un pequeño de cinco años, no podía andar. El pequeño sufría diplejía espástica. Sus piernas estaban completamente rígidas y era incapaz de doblarlas. En pocas palabras, sus articulaciones no respondían.

"Intentábamos buscar algo para poder ayudarle, o qué teníamos en nuestras manos para poder hacer su vida un poquito mejor", han comentado Paula y Gonzalo sobre aquel momento. Fue así como decidieron llamar a la Fundación Dacer, especializada en daño cerebral, donde les dijeron que con neurorehabilitación, el pequeño Ilyas podría dar sus primeros pasos.
Fue así como las cuatro familias españolas decidieron traerse al pequeño a Madrid, le acogerían en sus casas y lo harían todo el tiempo que le permitiera su visado. El 30 de enero, Ilias llegó a Madrid. Vino acompañado de su padre y de Ibrahim, el traductor de Bereber. Las cuatro familias se han hecho cargo de todo. Han pasado a formar parte de la familia de Saúl y Ana y han contado que no dejaban de pensar "en el día que se tuviesen que ir" y que seguramente iba a llorar "toda la familia". Montse y Josete, por otro lado, les preparan la comida todos los días.

Cada uno de ellos pone su granito de arena.
El pequeño Ilyas, en cualquier caso, está dejando a todos asombrados. Todos los días está en la Fundación a las nueve y media de la mañana y no se va hasta las ocho de la tarde. No ha faltado ni un solo día. De hecho, Lorena Rodríguez, vicepresidenta de la Fundación Dacer y parte del equipo que ayuda al niño, ha contado que trabajan en que cada vez sus músculos estén menos rígidos y adquieran poco a poco más movilidad.
Y es que el pequeño ha conseguido dar sus primeros pasos con ayuda de un andador. Lo hace lento, pero él solo y de forma segura. Así, volverá a Marruecos en dos meses y allí seguirá con el tratamiento de forma telemática. De hecho, las familias que están ayudando a este pequeño están recaudando fondos para su tratamiento, porque quieren que Ilyas pueda dar muchos más pasos en su vida y en su futuro. Un escenario que, hace unos meses, ni él ni sus padres habrían imaginado. Un gesto de solidaridad que ha hecho a la familia de Ilyas recuperar la esperanza.



