

En tiempos en los que todo el mundo exige no hay mayor derecho que el de una madre, una hija o una hermana que decida los 365 días del año, 24/7, a cuidar a la persona que más quiere"
Escucha el monólogo de Pilar García de la Granja del martes 11 de noviembre
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Un martes intenso en tribunales e intenso en lluvia. Llega la tormenta Claudia que traerá agua y bajada de temperaturas.
Ahora te cuento lo de los tribunales porque en marcha tenemos dos juicios, el que protagoniza el fiscal general del Estado, y la investigación a la fontanera del PSOE, Leire Díez.
Primero déjame hablarte de ti, porque seguramente eres una de los seis millones de mujeres cuidadoras principales de este país. Seis millones de mujeres: madres, hijas, hermanas que han renunciado a un trabajo durante un periodo de tiempo para hacerse cargo de un familiar.
O quizá eres una de los dos millones de mujeres, madres, hijas, hermanas que sencillamente viven para cuidar a sus seres queridos.
Quizá has tenido que dejar de trabajar porque tus padres, ya mayores te necesitan más que nunca y os es imposible llevarles a una residencia.
O no queréis llevarles a una residencia, o queréis, pero no hay plazas públicas suficientes y las privadas son carísimas y te dicen: pues vende la casa familiar y así tienes dinero. Pero tú, tú y yo sabemos que la propiedad privada de la clase media (la casa de tus padres), es el ahorro que garantiza el futuro de tus hijos.
Quizá tienes un hijo con discapacidad intelectual o enfermo de gravedad y te haces cargo de él y antes tenías ayuda, pero ahora ya no lo puedes pagar.
Fíjate, la subida del SMI y el hecho de que te conviertas en empresaria cuando hablamos del servicio doméstico ha provocado la destrucción de 80.000 puestos de trabajo.
Bueno, pues a ti que eres una heroína silenciosa, que no tienes reconocimiento de la sociedad, que no te quejas porque no tienes tiempo para quejarte, que no tienes vacaciones ni un día libre ni un minuto para ti..., que no te acuerdas del último día en el que pudiste ir al cine o a cenar con tu pareja o a la peluquería y que nadie te paga lo que le ahorras al estado en cuidados para ti va esta reflexión:
Tu trabajo le ahorra al estado unos 46.000 millones de euros al año, entre el 3% y el 4% del PIB según datos de FUNES.
Tienes derecho a que la prestación por dependencia de tu ser querido también recaiga en ti, y sea la necesaria para poder abordar tanto las terapias externas que tu ser querido necesita, como tu dedicación. Porque en tiempos en los que todo el mundo pide, todo el mundo exige y todo el mundo tiene derechos: no hay mayor derecho que el que tiene una madre, una hija o una hermana que está dedicando los 365 días del año 24/7 a cuidar a la persona a la que más quiere.
Es más: no hay nadie mejor que tú para hacerlo".



