Y como un Mártir es como precisamente se ha presentado Pedro Sánchez. Un mártir dispuesto a sacrificarse por la democracia. 5 días de incertidumbre política para que no pase nada y para que todo siga igual, para que el único que ha sacado algo en positivo sea Pedro Sánchez.

5 días para cargar de dramatismo el discurso que hoy ha pronunciado en algo más de 8 minutos. Una escenificación que en su culmen ha contado incluso con una visita al Palacio de la Zarzuela esta mañana para comunicarle al Rey su decisión y un cambio de hora en la convocatoria para tener a todos pendientes.

5 días para situar la presión sobre los jueces, la oposición y los medios de comunicación que le hacen un mínimo de crítica.5 días para generar el caldo de cultivo político que lleve a los cambios que pretenda hacer en materia de justicia o en cualquiera otra cuestión, por ejemplo, forzar el debate de la libertad de prensa.

5 días para ponerse en el foco político y poner la campaña electoral en Cataluña con viento a favor. 5 días para convertir un problema personal, como es la investigación judicial sobre su esposa, en una crisis de Estado. 5 días para llamar a la movilización y al cierre de filas en una especie de “sabed lo que puede pasar si yo me voy”. 5 días para meditar una decisión que podría haber reflexionado de forma personal, pero claro, el efecto no hubiera sido el mismo que ha tenido esta cuenta atrás. 5 días que terminan con un Pedro Sánchez llamando a una reflexión social.

Se refiere a las informaciones sobre su esposa, Begoña Gómez pero en el lodazal político echan agua y barro todos los partidos, incluído el PSOE. Recuerdo, por ejemplo, la campaña contra el hermano de Isabel Díaz Ayuso por el tema de las mascarillas ¿te acuerdas? Aquello acabó con la denuncia archivada. Eso, ¿Fue o no fue difamación?

Si hay que ponerse a regenerar, a lo mejor los partidos deberían empezar por mirarse al espejo. De todas formas no hay que perder de vista un detalle. Los 5 días de reflexión de Sánchez saltan con el anuncio de que se investigará judicialmente una denuncia contra Begoña Gómez por trafico de influencias y presunta corrupción en los negocios.

A pesar de todo el ruído de las últimas horas, en la vía judicial nada ha cambiado. Ni para bien, ni para mal. La esposa del gobierno sigue teniendo su presunción de inocencia intacta y por ahora lo que hay es una denuncia que se va a investigar y ya veremos en qué acaba.

Con este horizonte incierto, Sánchez se resetea y el PSOE ha instalado hoy una nueva versión de su sistema operativo, llega el Sanchismo 3.0.