La noticia sigue a esta hora en Bruselas. El futuro de 700.000 agricultores depende del Consejo Europeo en el que se decide el presupuesto comunitario hasta 2027. Después de muchos gestos y operaciones de marketing, es el primer gran examen del nuevo Gobierno de coalición entre PSOE y PODEMOS. Aquí es donde se va a demostrar su capacidad negociadora, su influencia en Europa y ni siquiera dependen de ellos porque se enfrenta a una encrucijada. No depende sólo de un Estado miembro, en cualquier negociación en Bruselas hay muchos factores internos y externos, pero la noticia a esta hora, es que la negociación, va mal. Podríamos decir que muy mal.

Un recorte de las ayudas de la PAC, la política agraria comunitaria, aumentará las protestas de la gentes del campo. Y aquí hay que decir que el recorte del 14% de las subvenciones de la PAC afecta a casi todos a los que el vicepresidente Pablo Iglesias anima a apretar, como si él no tuviera ninguna responsabilidad dentro del Ejecutivo.

En Bruselas se suceden las reuniones y más reuniones. La mayoría bilaterales, países como España, Portugal y Francia que tratan de convencer de tú a tú a países reacios como Dinamarca, Paises Bajos, Austria y Suecia. ¿Por qué? Pues porque son dos grupos que marcan diferencias evidentes de cómo afrontar el futuro. Unos quieren invertir en el ámbito digital, lo que ellos llaman modernidad, y otros como España no tienen muchas alternativas y dependemos de sectores tradicionales como la agricultura.

El Consejo Europeo llega con los agricultores en la calle y con sonadas tractoradas en Molina de Aragón, en Murcia, en Tarragona y en Extremadura. Pablo es un agricultor de Don Benito: “Que se reduzcan ellos el 14% en los sueldos. Pero no, aquí siempre al mismo. Si ya es inviable cultivar de las pocas ayudas que tenemos y nos las quitan ¿dónde vamos? Es que además nosotros no sabemos hacer otra cosa”.

Y en este viernes te estamos contando las novedades judiciales del caso de las niñas de Alcasser. Seguro que recuerdas la tragedia de Miriam, Toñi y Desirée. Tenían 14 y 15 años cuando fueron secuestradas y asesinadas. Miquel Ricart cumplió 21 años de cárcel, porque la derogación de la doctrina Parot le sacó antes de tiempo de prisión. El gran misterio es el de Antonio Anglés. Casi 30 años después de su asesinato, la juez del caso Alcasser retoma la causa y ordena interrogar al responsable del barco mercante donde habría huido Anglés con rumbo desconocido. Que se de este paso casi tres décadas después confirma los muchos errores que se cometieron en un excesivamente mediatizado caso.