Previsiones estériles
Habrá cosas de este pontificado que serán asimiladas de forma duradera por la Iglesia en su camino, como ha sucedido con los anteriores, habrá otras que no

Previsiones estériles
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Con el reciente nombramiento de 18 nuevos cardenales electores, se avivan los vientos de Cónclave, como dijo con ironía el Papa Francisco en su entrevista con Herrera, hace ya casi dos años. Los que hacen estos números dicen (y será verdad) que un 73% de los cardenales electores en este momento han sido ya nombrado por Francisco. Normal, después de diez años de pontificado. Lo que no es tan normal es interpretar esta situación en clave político-ideológica ni deducir mecánicamente que esta situación asegura en el futuro la elección de un papa con las mismas prioridades y el mismo estilo que Francisco.
Habrá cosas de este pontificado que serán asimiladas de forma duradera por la Iglesia en su camino, como ha sucedido con los anteriores, habrá otras que no. Cada papa tiene una historia personal su bagaje cultural, además debe afrontar una circunstancia histórica distinta de los anteriores, y así se produce esa renovación en la continuidad que es constitutiva del camino de la Iglesia. Por tanto, no habrá ningún clon de Francisco, como no lo hubo de Juan Pablo ni de Benedicto.
Pensar que los cardenales están alineados, poco menos que en grupos parlamentarios, y que, llegado el momento, actuarán siguiendo una especie de disciplina de partido es no conocer en absoluto la naturaleza de la Iglesia. Cuando llegue el momento, cuando Dios quiera, los cardenales tendrán que buscar al pastor que mejor pueda guiar la barca de la Iglesia en un mundo lleno de agitación y de cambios profundos, en el que sin embargo permanece la sed de Cristo, como recordaba en su misa de inicio de ministerio en Madrid, uno de los nuevos cardenales, el arzobispo José Cobo.
Benedicto XVI, cuando renunció, también había nombrado a la mayoría de los cardenales que participaron en el Conclave, y ya sabemos lo que sucedió: fue elegido Jorge Bergoglio. Nadie sabe lo que sucederá en el futuro. Pero con toda seguridad no será como lo pintan algunos que alaban o critican a Francisco, pero raramente lo escuchan de verdad.



