Una persona de raro equilibrio

La vaticanista del diario Il Messaggero, Franca Giansoldati, ha mantenido un diálogo con el Prior General de los Agustinos, el español Alejandro Moral, que conoce muy de cerca y desde hace años al Papa Prevost, al que sucedió al frente de la Orden. El P. Moral se alegra del periodo de (relativo) descanso que el Papa ha iniciado en Castelgandolfo: “por carácter tiende a estar cerca de todos, a asumir cargas y responsabilidades, trabaja de manera infatigable, pero el riesgo del estrés existe”. En todo caso, aprovechará estas dos semanas para avanzar en su primera encíclica, en la que ya está trabajando. Cree que en ella estarán los temas de la paz, de la doctrina social, de la unidad, de la inteligencia artificial... aunque advierte: “son deducciones mías”.

El P. Moral cree que el Papa tendrá la oportunidad de empuñar la raqueta de tenis, y confiesa que jugaba con él en la cancha de la casa generalicia de los agustinos. También disfrutará tocando el piano, que aprendió siendo niño. Lo importante es que descanse, porque prevé “un otoño pesado, densísimo, entre los compromisos del Jubileo, los nombramientos y los viajes”.

Esta pausa le ayudará a sopesar cada cosa, dice, asumiendo que realizará cambios importantes en la Curia. “Nos gobernó durante mucho tiempo con rectitud, juicio, lealtad y transparencia”, sostiene al P. Moral, que concluye con esta afirmación: “es una persona de raro equilibrio”. Y cuando Franca le pregunta si la curia de los Agustinos se convertirá para él en una especie de Santa Marta, se ríe con ganas: “El Papa nunca querría que esta casa se convirtiera en Santa Marta dos… tiene otras ideas”.