Nigeria: mucho que ayudar, mucho que aprender
Escucha la Firma de José Luis Restán del martes 17 de junio

Escucha la Firma de José Luis Restán del martes 17 de junio
Publicado el
2 min lectura
El propio León XIV quiso el pasado domingo contar al mundo, durante el rezo del Ángelus, que, en la noche del 13 al 14 de junio, en la ciudad de Yelwata, en el norte de Nigeria, se produjo una terrible masacre en la que unas doscientas personas fueron asesinadas con extrema crueldad. Eran agricultores cristianos acogidos por la misión católica local. Ese refugio era un pequeño un lugar de esperanza para cientos de ellos, expulsados de sus tierras por bandas de pastores de etnia fulani radicalizados por el yihadismo que se extiende como una hidra en aquella región.
El padre Remigius Ihyula, coordinador de la Comisión de Justicia, Paz y Desarrollo en la diócesis de Makurdi, ha contado que los supervivientes están aterrorizados porque han presenciado violencias indescriptibles. Además, lo han perdido todo: alimentos, ropa, colchones, mantas, medicamentos… Y aunque ahora nos llevemos las manos a la cabeza, en realidad “se trata de una tragedia que sucede día tras día”. La violencia en esta región de Nigeria es como un goteo constante. El padre Ihyula, que ha intentado acercarse infructuosamente a los pastores fulani, sabe que están impulsados por una ideología islamista que es la que alimenta esta violencia sin fin, a la que se refirió el Papa al poner en el foco la vulnerabilidad de las comunidades cristianas rurales del estado de Benue.
Primero fue Boko Haram, ahora los llamados “fulani”. En Nigeria se está desarrollando una persecución cruel y sistemática contra los cristianos, sin que los sucesivos gobiernos hayan sido capaces de proteger a sus ciudadanos. Lo impresionante es que la vida cristiana florece misteriosamente en aquel país. Surgen numerosas vocaciones, se vive el perdón en las familias, se celebra la fe con una alegría desbordante, aparecen laicos comprometidos en la sociedad. Tenemos mucho que ayudar, pero también mucho que aprender de los cristianos de Nigeria.