El sencillo ejercicio que propone un psicólogo para desconectar de verdad en vacaciones: lo solemos pasar por alto
Israel Remuiñán habla en ‘La Tarde’ con el psicólogo Miguel Fernández sobre la dificultad de desconectar del trabajo en vacaciones

Hombre haciendo una llamada frente a la playa
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Seguro que más de una vez hemos escuchado la típica frase de: “Si pasa cualquier cosa, llámame, aunque esté de vacaciones”. Y es que, siete de cada diez trabajadores españoles reconocen que desconectar del trabajo durante las vacaciones les resulta misión imposible, mientras que tres de cada cuatro profesionales aseguran que están siempre disponibles. El psicólogo Miguel Fernández da respuestas a estos comportamientos que, a largo plazo, nos terminan pasando factura de alguna forma.
La habituación acompañada del éxito laboral
El obstáculo principal que nos impide desconectar, según el experto, es “el tema de la habituación”. Asegura que cuando tenemos una rutina, “es muy difícil de repente, cuando llega el verano o las vacaciones, decir: Ah, pues mira, paro, y paro mi rutina y desconecto”. Esta razón va acompañada de la idea de que, cada uno de nosotros llevamos un ritmo de vida que no podemos frenar de golpe, por el sencillo motivo de que “no somos máquinas que podamos pulsar un botón de apagado”, ejemplifica.

Niñas viendo a su madre trabajar en la cocina
A esto se suma la sociedad en la que vivimos, una sociedad que “premia tanto el éxito laboral” que dificulta más aún a los profesionales soltar el control y permitirse un descanso real, una desconexión del ambiente laboral.
Las consecuencias de estar siempre disponible
Tenemos muy normalizado estar disponible a todas horas, incluso estando en nuestros días libres. El cuerpo necesita desconectar, y si no se lo permitimos, va a llegar un punto en el que él mismo nos va a forzar a hacerlo. Miguel explica que esta autoexigencia “lo vemos muy claro: insomnio, problemas digestivos, dermatitis, o ese famoso tic en el ojo que todos hemos tenido alguna vez, que nos tiembla el párpado”. Además, añade que estas señales son sinónimo de estrés que nuestro cuerpo manifiesta como seña de descanso.

Mujer estresada
El psicólogo enfatiza que desconectar no solo beneficia nuestra salud mental, sino que también mejora nuestro rendimiento laboral a largo plazo: “Está muy demostrado que cuando la gente para, descansa y desconecta, y luego vuelve al trabajo, tiene una mayor creatividad y son más resolutivos”, explica.
¿Responsabilidad o autoexigencia?
Respecto a responder correos en vacaciones, Miguel cuestiona la idea de que esto sea una simple muestra de responsabilidad, porque en la mayoría de los casos, “no es un asunto de vida o muerte, ¿no?”. Esta autoexigencia y perfeccionismo, más que responsabilidad, nos puede llevar a tomar decisiones que quizás no hubiéramos llevado a cabo si lo estuviéramos haciendo con las mejores herramientas disponibles.