Un dron espía, no tripulado, del Ejército de los EE.UU. se estrelló el pasado 26 de junio en la provincia de Cádiz, más concretamente en la costa de Rota. Se trata del dispositivo más grande de su categoría. Según fuentes cercanas al ejército americano, se trata del segundo accidente de este tipo en menos de un año. El anterior ocurrió en California en junio de 2017.

El accidente, que ha salido a luz después de más de un mes, no ha provocado ningún herido. El ejército de EE.UU. puso en marcha una rápida operación para recuperarlo y transportarlo de nuevo a territorio americano lo antes posible.

El coste de este dispositivo es de 220 millones de dólares y su función es realizar tareas de espionaje en Ucrania y Siria. Por eso el ejército americano está tratando de evitar que la información del accidente salga a la luz. En los micrófonos de 'La Tarde de COPE' ha estado José Cervera, experto en armas, que ha explicado más detalles sobre este Dron espía. “Se trata de un avión, no tripulado, que está dirigido por control remoto desde una base militar. Está diseñado para remplazar los aviones militares típicos de la Guerra Fría, lleva desde 2008 en periodo de prueba para hacer cada vez versiones más útiles para el ejército”.

Este Dron es capaz de volar por encima de los 18.000 metros de altura, mucho más que los vuelos comerciales. Está equipado por un sistema de radares y de fotografía que sirve para tener un control de lo que está pasando en la zona controlada.

En relación a cómo se pilota un dispositivo de esta categoría desde grandes distancias, José Cervera explica que normalmente tienen una base con especialistas y también con una tripulación. El dron puede estar en el aire más de 30 horas y recorrer cerca de 22.000 kms. Por último, los motivos del accidente se desconocen. Puede haberse perdido el control del aparato, tienen la capacidad de volar, un cierto tiempo, de forma autónoma y ese puede que haya sido el momento en el que se produjo el accidente.