Miramos de reojo lo que está pasando en Europa. La noticia de hoy pasa por Austria. El Gobierno ha decidido confinar e imponer la vacunación obligatoria a toda la población. Por su parte, Alemania califica la situación de “emergencia social”. La presión hospitalaria y la falta de sanitarios es tal que han tenido que derivar pacientes a hospitales del norte de Italia.

¿Y en España?

La tasa de incidencia ha sobrepasado la barrera de los 100 casos por cada 100.000 habitantes. En concreto ha subido hasta los 104. Respecto a la presión hospitalaria... se sitúa por debajo del 5%. Por lo que aún no está en zona de riesgo bajo.

Pese a esto, comunidades como País Vasco, Comunidad Valenciana, Aragón, Navarra y Cataluña plantean exigir el pasaporte covid para acceder a lugares de ocio.

¿Y qué pasa con las vacunas? Somos uno de los países con la tasa de vacunación más alta de Europa. El 89% de la población ha recibido la pauta completa.

Lo que no frena la campaña de vacunación, pueba de ello es la incorporación de las dosis de refuerzo. Vacunas que ya se han aprobado para las personas mayores de 60 años, personal sanitario, y otro sector que, por desgracia, pasa muy desapercibido, las personas sin hogar.

A los temporeros, a las personas sin hogar... en definitiva, a las personas que tienen una mayor movilidad se les vacunó con Janssen, es decir, una sola dosis. Ahora que se ha decidido reforzar esta inoculación con una segunda de Pfizer o Moderna... El problema es que está siendo muy difícil encontrarles. Por eso Sandra Betancourt, voluntaria y vicepresidenta de Cruz Roja Cartagena, está haciendo batidas por las calles para encontrar e informar a estas personas de la posibilidad de reforzar esa dosis.