La mayoría de las veces que hemos intentado mentir, se nos ha notado. Es cierto que hay personas que tienen especial habilidad para hacerlo. El polígrafo es uno de los sistemas más famosos para detectar cuando mentimos... Estamos hartos de verlos en las pelis, o en la televisión pero, ¿y si te digo que también se puede averiguar a través de la temperatura de nuestra cara? Es lo que ha hecho un grupo de científicos de la Universidad de Granada. Resulta que han diseñado un modelo de laboratorio más exacto que el polígrafo basándose en la termografía, una técnica que permite registrar gráficamente la temperatura de distintas zonas del cuerpo.

Este sistema en concreto está basado en el “efecto Pinocho”. Vamos, que si mentimos se nos va a notar en la nariz y en la frente. Emilio Gómez Milán es el investigador principal de este proyecto y ha explicado en 'La Tarde' que “hay diferentes métodos de detectar mentiras. Baja la temperatura de la punta de la nariz y sube la temperatura en la frente. En ese momento la persona está mintiendo. Cuando nos ponemos nerviosos la nariz se nos enfría y en cambio la temperatura de la frente subre”.

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“La mentira cuesta trabajo a nuestro cuerpo. Hay que prepararla. Algunas personas tienen más facilidad para mentir pero se nos va a calentar la frente también, en menor medida pero también sube la temperatura”, ha concretado el investigador.

“Con la termografía pillas a más mentirosos y declaras a menos inocentes como culpables. El objetivo es utilizarlo en determinadas situaciones de interrogatorios de la Policía”, ha añadido Emilio Gómez.