Vor v zakone, shodka, u obschak son términos habituales de las mafias rusas y es que desde primera hora de esta mañana más de 350 agentes de Policía Nacional, Mossos d'Esquadra, FBI y Europol, coordinados por la Fiscalía Anticorrupción y contra el Crimen Organizado están llevando a cabo detenciones, entradas y registros en viviendas de Barcelona y su área metropolitana, Tarragona, Málaga y Alicante en el marco de la operación Shodka contra la mafia georgiana. En el radar casi medio centenar de objetivos, entre los que figuran varios jefes criminales de esa nacionalidad, que ya han sido detenidos antes en nuestro país.

La periodista especializada en sucesos, Cruz Morcillo, explicaba en 'La Tarde', que los objetivos que tienen esta macrooperación son, "sobre todo, a los robos con fuerza en viviendas, muchísimos en Barcelona y su área metropolitana, pero son itinerantes y se mueven por toda España y por otros países europeos, aunque los cabecillas estaban asentados sobre todo en Cataluña y Málaga. También a las extorsiones, algunas millonarias, palizas si hace falta, y blanqueo de capitales, entre otros delitos. Parte del dinero acaba en Georgia".

Además, entre los detenidos, "había varios 'vor v zakone' o jefes criminales de primer nivel, aunque los georgianos se hacen llamar ahora Kurdi para separar. La mayoría, ya detenidos, antes en nuestro país, al menos cuatro. Se apoyan en un miniejército que ejecuta los trabajos"

¿Cómo se organizan estos grupos?

Estos grupos tenían una organización y Pablo Muñoz, el periodista especializado en sucesos, mencionaba que "lo habitual es que se dividan en células que se relacionan entre sí, según sus necesidades. A veces colaboran entre ellos y otras 'trabajaban' por separado. Pertenecen en su mayoría a la Kutaiskaya, el clan de Kutaisi y, según fuentes al tanto de las pesquisas, rendirían cuentas directamente al supercapo Tariel Oniani, que fue expulsado de España a Montenegro, tras entregarlo Rusia donde cumplió condena.

"Los jefes actuales son más jóvenes, vinieron hace años y rendían cuentas a los Shushanasvili, les entregaban la recaudación, pero después se independizaron y fueron cogiendo fuerza y ampliando sus negocios. También tuvieron un papel algunos de ellos para mediar en la guerra abierta entre los clanes georgianos y los armenios, objeto de anteriores operaciones policiales muy potentes como Aikon II y Kus-Napols. En esta última, en 2018 se detuvo a 132 personas por media España.

"Se dedicaban a robos en casas, tráfico de drogas, armas, extorsiones, blanqueo, contrabando, intento de asesinato, apuestas deportivas ilegales y corrupción. Todo lo que fuera susceptible de ser comprado era el objetivo de esta mafia, que trabajaba en células divididas en tres niveles".

Un dispositivo con más de 350 agentes

Es llamativo la cantidad de agentes que componían el dispositivo policial y es que son más de 350, y el motivo por el que se antoja necesario un despliegue como este, Cruz explicaba"Hay muchos objetivos que detener a la vez para que no se avisen, previstas más de 30 entradas y registros con aseguramiento de viviendas, posibilidad de que tengan armas, se defiendan o escapen como puede haber sucedido"

"Si en cualquier operación eso es un problema cuando hablamos de vor o Kurdi es mucho peor porque tanto la cárcel como fugarse les hace crecer de forma exponencial en las organizaciones y aumentar su poder y sus seguidores. Son mafias además con un enorme poder de corrupción, tratan de comprarlo todo y a todos y eso siempre acarrea problemas, de ahí que el sigilo sea fundamental. Hay además varios cuerpos policiales trabajando de forma coordinada porque algunos estarán fuera o tienen sus tentáculos fuera", concluía Cruz.