Alphabet, la compañía estadounidense, la matriz de Google, ha despedido a 12.000 empleados. Se trata del mayor recorte de toda su historia.

En lo que llevamos de 2023, en los 20 primeros días del año, las empresas tecnológicas han despedido a tanta gente que equivale a 2.000 despidos al día.

A principios de esta misma semana, Microsoft anunció que iba a despedir a 10.000 personas, el 5% de su plantilla en todo el mundo. El 9 de enero fue Meta, la empresa de Mark Zuckerberg, dueño de Instagram, Facebook y WhatsApp, la que confirmó que echaría a 11.000 empleados y el 5 de enero Amazon comunicó que iba a despedir a 18.000 trabajadores.

En La Tarde de COPE analizamos esta situación con Josepp Capell, profesor del Máster de Recursos Humanos de la Universidad Autónoma de Madrid y CEO de la consultora especializada en Recursos Humanos CEINSA.

¿Qué está pasando con las empresas tecnológicas? Josepp Capell ha asegurado que “existen dos motivos”. El primero, asegura, es que con la pandemia las tecnológicas esperaban unos crecimientos que no se han dado y han tenido que reajustarse. Y por otra parte, los salarios llegaron a duplicarse hasta el punto de que las empresas no podían hacer frente.

“Por desgracia creo que en estos próximos meses seguiremos viendo mucha caída de puestos de trabajo en empresas tecnológicas, ha asegurado este profesor de universidad.

Este sector, el tecnológico, ha generado un 50% de empleo en Europa en la ultima década. La pregunta ahora es la siguiente: ¿Siguen las expectativas siendo de crecimiento o han cambiado? Josepp ha hecho hincapié en que “llega un momento en el que el crecimiento se ralentiza y automáticamente las masas salariales acumuladas no pueden sostener esos resultados”. Aún así, se espera que la situación se estabilice. “Al final volverá a su estado habitual y normal”, esto es lo que ha opinado en La Tarde, el profesor de universidad Josepp Capell.

En cuanto a la inteligencia artificial y el papel que hacen muchas máquinas como sustituto del trabajo humano, Josepp considera que “el hecho diferencial son las personas, espero que las personas estemos por delante de todo, que seamos los suficientemente inteligentes para usar la inteligencia artificial”. Con esta frase Josepp ha dejado claro que confía en que el trabajo que hacen las personas nunca sea sustituido por las máquinas.