

"Aunque Sánchez ordene a su orquesta que siga tocando, el barco se va a pique"
La comunicadora de 'La Tarde' analiza las consecuencias para el Gobierno de Sánchez tras la decisión que ha tomado Junts de presentar enmiendas a la totalidad a todas las leyes registradas
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Junts ha enviado esta mañana a la papelera la efímera historia de esta decimoquinta legislatura.
Hace un par de semanas Carlas Puigdemont desde Perpiñán dobló el pulgar hacia abajo, ¿te acuerdas? Como hacían los romanos.
No habrá más reuniones en Bruselas, dijo. Y eso que después de que Santos Cerdán pasara a dormir en Soto del Real, Rodrigo Zapatero, el hombre para todo, tomó el relevo como cabeza de la negociación.
El problema es que ni el gobierno tenía más que ofrecer, ni los de Junts ganas de seguir estirando el chicle. Y tras el previsible, pero abrumador de la militancia la semana pasada, los de la antigua convergencia han publicado hoy la guía práctica de lo que significa romper con el gobierno.
Han dejado claro que presentarán enmiendas a la totalidad a todas las leyes que presente el gobierno. Impedirán ya desde el primer debate parlamentario que esas leyes se puedan tramitar. Si al gobierno le faltan votos, la ley vuelve al ejecutivo y vuelta a empezar.
En esa rueda pueden caer las 24 leyes que el gobierno ya ha enviado al Parlamento para su tramitación, para su discusión. Junts ha sentenciado el fracaso de la nueva ley de familias o el de un texto que endurece las multas contra la venta de bebidas alcohólicas a menores o la nueva ley sobre la inclusión social de las personas con discapacidad, por ponerte solamente tres ejemplos.
Así hasta 24 leyes. El gobierno aprobará la semana que viene el techo de gasto, el primer paso para unos presupuestos de 2026 que también están condenados al fracaso porque no tienen los apoyos suficientes.
Miriam Nogueras, la portavoz de Junts en el Congreso, dice que se les ha acabado la paciencia. Y el Gobierno y el PSOE responden con lo de siempre, mano tendida y apariencia de calma. Carlos Cuerpo, el ministro de Economía, no se salía del guion esta mañana.
Yo me pregunto, ¿por qué tanta calma? ¿Por qué presumen de tranquilidad y de que no va a pasar nada? Y se me ocurren dos explicaciones a esa actitud. O bien siguen considerando que Puigdemont reculará y volverá al redil; o Sánchez ya ha decidido que iremos a elecciones y va a aprovechar esa ruptura de Junts para vender el mensaje en campaña electoral de que se ha hecho todo lo que se ha podido.
Los siete votos de se suman a los cuatro de Podemos que desde hace tiempo ya hace oposición al Gobierno de Sánchez. En el mejor de los casos, el bloque de la investidura no pasa ya de los 165 diputados, muy lejos de la mayoría.
No olvidemos que Junts y el PSOE han votado juntos el 80% de las veces en esta legislatura. Lo normal sería echar el cierre y abrir las urnas. El poder consiste en hacer cosas pensando en el bien común. Si no puedes hacer nada, si estás bloqueado, lo digno, lo suyo es dar la palabra de nuevo a los ciudadanos.
Seguir por seguir, poner todo tu afán simplemente en sobrevivir es la cara más mezquina de la política. Eso lo ve la gente, también lo ven los potenciales, tus potenciales votantes. Ni los mejores propagandistas de Moncloa, que los hay y muy buenos, van a poder vender a la opinión pública un relato que justifique esta parálisis.
Aunque Sánchez ordene a su orquesta que siga tocando, el barco se va a pique y la paciencia de los ciudadanos, no solamente la de Junts, también se está agotando.



