"¿Estamos preparados? Hoy ya no hablamos de evitar el cambio climático, hablamos de adaptarnos para sobrevivir a sus efectos, como estos vecinos de Alcanar que ya preparan sus maletas para irse a otro lugar"

Enseguida vamos a analizar la noticia del día, esa sentencia al fiscal general del Estado que hemos conocido esta mañana. Hace 20 días se publicaba el fallo que condenaba a Álvaro García Ortiz a 2 años de inhabilitación, pero faltaba conocer su contenido. El porqué de esa condena. Bueno, pues ya lo tenemos. El Tribunal Supremo ha condenado a Álvaro García Ortiz a dos años de inhabilitación por revelación de secretos. 

Aquí está la explicación. Tanto por la filtración del correo con los datos personales de la pareja de Isabel Díaz Ayuso como por la nota de prensa que emitió posteriormente la Fiscalía. Considera el tribunal que fue el propio fiscal o alguien de su entorno quien filtró el correo electrónico con los datos personales de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Pues enseguida vamos a analizar en detalle esa sentencia, pero déjame que te cuente una noticia que llega desde Alcanar, desde Tarragona, en el Delta del Ebro. Allí 10 vecinos de una urbanización construida sobre un barranco van a convertirse en los primeros refugiados climáticos de España. Personas que van a tener que dejar sus casas, abandonar sus casas, no por una guerra, ni por hambre, ni por una persecución, sino por el cambio climático, en concreto por la lluvia que cae de forma agresiva y que arrasa a todo lo que encuentra su paso desde hace unos años, desde 2018. Exactamente. Y te digo desde 2018 porque cuentan los vecinos que antes esto no sucedía. Por eso, decidieron comprar sus casas en esta urbanización en Alcanar, en la urbanización de Lestona. 

Fíjate, han tenido cuatro episodios de riadas fortísimas en los últimos 7 años. El último golpe para los vecinos fue el temporal Alice hace solo unas semanas. Las calles volvieron a llenarse de barro. El agua reventó muros, arrastró coches y destrozó los jardines de todos estos vecinos. Ahora ya no se preguntan si pasará de nuevo, si no cuándo pasará otra vez, porque saben que tarde o temprano esas lluvias intensas, esos temporales volverán a repetirse y claro, con esta situación tienen miedo. Es comprensible. Esto es lo que ha hecho que entre la Generalitat y el Ayuntamiento hayan buscado una salida. El plan es claro, tasar las casas de estos 10 vecinos afectados por las riadas y entregarles el dinero para que puedan buscar una vivienda en otro lugar mucho más seguro, lejos de esa zona.

Pues ahora mismo estos 10 vecinos están esperando esa tasación de sus viviendas, que les digan cuánto les van a dar por ellas y ponerse manos a la obra para buscar otra casa en otro lugar porque ya no aguantan más en esa zona. Quieren dejar de mirar al cielo y quieren dejar de temblar cada vez que se pone a llover. 

Ellos están a punto de convertirse en los primeros refugiados climáticos de España, pero el de Alcanar no es un caso aislado. El Mediterráneo se ha convertido en un triángulo peligroso. Murcia, Cataluña, Baleares y sumamos también la Comunidad Valenciana, una zona donde se juntan todos los ingredientes, calor, humedad, montañas, valles, corrientes de aire que se levantan en segundos y un mar que se calienta año tras año. 

Eso que llamamos de forma casi rutinaria dana, pero que detrás tiene consecuencias para miles de personas y millones en pérdidas. El Mediterráneo lleva ya mucho tiempo, décadas calentándose, subiendo unas décimas cada 10 años, hasta que de repente esas décimas se convierten en casas destruidas, campos arrasados y familias que lo pierden todo tres veces en la misma década.

Y aquí viene la pregunta que nos tenemos que hacer como país. ¿Estamos preparados? Porque hoy ya no hablamos de evitar el cambio climático, hablamos de adaptarnos para sobrevivir a sus efectos, como estos vecinos de Alcanar que ya preparan sus maletas para irse a otro lugar. Hay voces que llevan tiempo diciendo que España necesita un salto en la adaptación climática, un plan serio, estable, que no dependa de ciclos electorales que no se quede paralizado cada vez que cambia un gobierno. Un plan que diga, "oye, este pueblo no puede reconstruirse cada 2 años. Este barrio no puede vivir con miedo cada otoño. Este barranco no puede seguir tragándose coches. Hoy hablamos de 10 vecinos, pero mañana, ¿cuántos serán? 200, 1000, un municipio entero que ya no puede vivir donde había vivido siempre. 

Ya no hablamos de informes científicos, sino de historias reales. 10 vecinos que buscarán una nueva casa en Alcanar, lejos de ese barranco que ha puesto su vida patas arriba cuatro veces en los últimos 7 años. 10 vecinos que van a convertirse en los primeros refugiados climáticos de España.