

"Estas noticias sobre el Gobierno no son lo normal por mucho que forme parte de nuestro día a día, ni es normal que aquí no pase nada"
La presentadora de 'La Tarde' analiza el señalamiento del juez Peinado a Bolaños y todas las noticias que caen en torno al Gobierno y a sus ministros
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En una situación normal, que el ministro de Justicia de España y por tanto notario mayor del reino, tenga una petición judicial para ser investigado por malversación y falso testimonio, es como para que aquí pasara algo.
Pero aquí hace mucho tiempo que la situación esta lejos de la normalidad y me temo que no va a pasar nada después de que el juez Peinado haya pedido al Tribunal Supremo que investigue al ministro de Justicia, Félix Bolaños.
Para explicar cómo hemos llegado hasta aquí hay que coger el calendario e irse hasta el lunes 16 de abril, lunes Santo. Ese día, el juez Peinado había citado como testigo a Félix Bolaños y se desplaza a Moncloa para tomarle declaración.
Quería preguntarle por la contratación de la asesora de Begoña Gómez. Peinado está investigando si esta asistente, que se llama María Cristina Álvarez, envió correos electrónicos e hizo gestiones para los negocios personales de la mujer del presidente del Gobierno, en concreto asuntos privados relacionados con la cátedra de la Universidad Complutense. Son dos horas de conversación con un ambiente cada vez más tenso.
Te recuerdo que Bolaños, como testigo, tenía la obligación de decir la verdad, sin embargo el juez no salió convencido de sus explicaciones y por eso ahora apunta a un delito de falso testimonio por parte del ministro.
Además añade que Bolaños puede ser coautor de otro delito de malversación. Dicho de otra manera y para entendernos, el juez considera que Bolaños, supuestamente, pudo haber consentido que una asesora pagada con dinero público hiciera gestiones para asuntos personales y en beneficio de Begoña Gómez.
El juez no le imputa directamente porque Bolaños es diputado y está aforado. Por eso ha tenido que hacer este escrito razonando el porqué de su acusación. Ahora es el Supremo el que tiene que decidir si le investiga o no. No hay nada decidido, no hay nada sentenciado y cualquier cosa puede pasar.
Sin embargo, tener claro esto no significa que haya que correr un tupido velo como si aquí no pasara nada.
Sé que es difícil y que al final a todo se acostumbra uno que tenemos a un fiscal general investigado, a un ministro de justicia señalado por un juez, que estamos viendo a quienes han sido responsables de partidos políticos ahora encausados por corrupción. A diario nos caen noticias de este tipo. Es un no parar. Tanto que podemos caer en la monotonía y relativizarlo todo... Y no, esto no es lo normal por mucho que forme parte de nuestro día a día. Ni es normal que pase, ni es normal que aquí no pase nada.