

"No sabemos nada de Nanysex desde que salió el domingo de la prisión de Estremera, y no lo sabemos porque legalmente no debemos"
La presentadora de 'La Tarde' analiza el caso del pederasta Nanysex, que ha salido ya de prisión, y explica por qué el sistema español es garantista con sus derechos
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Nanysex, el mayor pederasta condenado de la historia de España, ha salido en libertad tras cumplir 20 años de condena por abusar sexualmente de niños de entre 1 y 3 años aprovechando que se ofrecía como canguro. Fue condenado a 58.
Ha cumplido el máximo legal, pero existen muchas dudas sobre su capacidad de reinserción porque su comportamiento en prisión ha estado lejos de ser normal. Sin embargo, guste o no guste, con 42 años este sujeto es un ciudadano libre, a pesar de los delitos que cometió de forma reiterada.
¿Y ahora qué? ¿Existe o puede existir algún tipo de control sobre personas que tengan antecedentes tan graves? La respuesta es que sí hay un registro y sí puede haber cierto control, pero todo con matices y quizás no tanto como nos gustaría. Me explico.
Con la ploriferación de delitos de este tipo, la legislación ha ido variando estos últimos años. Lo primero que hay que decir es que este sujeto y sus 3 compinches fueron juzgados en 2008 y la ley se endureció después.
Justo ese año, hubo en España un punto de inflexión importante. El asesinato de la niña Mari Luz Cortés a manos de una pederasta condenado que acababa de salir de prisión, Santiago del Valle. Seguro que recuerdas la ola de indignación social que hubo con este asesinato y que derivó en cambios legales sustanciales en los casos de abuso de menores y vigilancia de este tipo de delincuentes.
En 2011, se aprobó un cambio legal que permite imponer medidas de control a este tipo de delincuentes una vez cumplieran su pena. Solo un juez puede hacerlo de forma muy justificada. Se pueden adoptar medidas como la obligación de estar localizable o incluso una pulsera telemática. No sabemos si en este caso de Nanysex se han aplicado o no.
La otra gran novedad tiene que ver con el registro de delincuentes sexuales creado en 2016 y donde se incluyen estos condenados por abuso de menores. En España, solo pueden acceder a estos datos jueces, fiscales y la policía judicial.
Es lo contrario de lo que ocurre en Estados Unidos donde, por ejemplo, se advierte públicamente de la presencia de un condenado por pederastia en un vecindario o una localidad. Es algo obligatorio para la administración publicar la foto y el nombre y desde 2013 incluso lo pueden difundir por Internet.
El sistema francés o el español es mucho más garantista en este sentido y el acceso a los datos de estos sujetos está limitado para el público en general.
La conclusión es que no sabemos nada de este sujeto (Nanysex) desde que salió el domingo de la prisión de Estremera. Y no lo sabemos porque legalmente no debemos.
Ojalá todo siga así y jamás volvamos a saber de él.