"La llegada de aldama a la rueda de prensa de leire Díez ha sido al más puro estilo de los 80, con Ruiz Mateos vestido de Superman o Jesús Gil en los 90"

Cuando leí Luces de Bohemia, de Valle-Inclán, una de las cosas que más me llamó la atención fueron los espejos del Callejón del Gato. Esa era una calle real de Madrid, en la que a mediados del Siglo XIX había varios negocios de carpintería y vidrio. Para atraer a los clientes, esas tiendas utilizaron como reclamo espejos cóncavos y convexos y la gente acudía porque les hacia gracia ver cómo se deformaba la imagen.

Los personajes de Luces de Bohemia también pasaban por el Callejón del Gato y Valle Inclán utilizó esa deformación de la realidad y la llamó esperpento.

Eso es exactamente lo que hemos vivido hoy en el hotel donde Leire Díez ha dado hoy su rueda de prensa. Ha sido un esperpento en toda regla, una sala repleta de espejos cóncavos donde se ha vivido una realidad paralela, cargada de personajes desando llamar la atención de forma grotesca. 

Y la realidad es que había una militante del PSOE cercana a la dirección socialista, a la que han grabado numerosas veces intentado recabar información contra la UCO de la Guardia Civil porque esta unidad está investigando, por orden judicial, las denuncias contra miembros del PSOE. 

El esperpento viene porque esta militante se ha mirado en el espejo y ha intentado hacer ver otra realidad: que las grabaciones corresponden a un trabajo de investigación dirigido a publicar un libro y que ella es en realidad una periodista tratando de sacar a la luz toda la verdad. 

Un poco más y se pone a la altura de Woodward y Bernstein, los periodistas del Washington Post que destaparon el caso Watergate. 

Pero lo mejor estaba por llegar. Cuando Leire Díez disfrutaba su momento de gloria al acabar la rueda de prensa por allí ha aparecido entre empujones... Víctor de Aldama, el empresario implicado en la trama Koldo/Ábalos.

La escena es para recordar, al más puro estilo de los 80, con Ruiz Mateos vestido de Supermán o Jesús Gil en los 90 llegando a la manos con Caneda, el que fuera presidente del Compostela. ¿Te acuerdas de todo eso?

Lo de hoy sería cómico si no fuera por la gravedad de lo que puede haber detrás. Una presunta operación para desprestigiar a la Guardia Civil por sus investigaciones judiciales sobre miembros del PSOE. 

Volviendo a Valle-Inclán, la escena de esta mañana puede ser solo la imagen deformada y esperpéntica de un realidad, quizás, mucho más siniestra.