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“Apurar” quédate con este verbo que es la palabra estrella estos días. Apurar significa gastar o consumir completamente una cosa. Llevar hasta el límite determinada cosa. Lo dice el diccionario de la RAE.

Bueno pues estamos en tiempo de apurar. Apurar el fin de semana que tenemos por delante. Apurar las últimas horas o días de vacaciones. Apurar al máximo la arena, las olas, el chiringuito y los paseos en bicicleta por el paseo marítimo. Tiempo de apurar antes de pasar al tiempo de los apuros

Apuro:

1. Situación comprometida que no se sabe resolver o superar, o en la que no se sabe cómo reaccionar o actuar.

2. Obstáculo o cosa que dificulta la consecución de algo.

Del apurar al apuro solo distan pocas horas o días dependiendo de los casos, dependiendo de lo que te quede de vacaciones.

De aprovechar los últimos momentos de descanso al apuro de la vuelta al cole más cara en décadas y al apuro de mirar con lupa los precios de la cesta de la compra totalmente disparados. La pasta, la leche, los huevos o el aceite han registrado subidas superiores al 20% de media.

Mientras hay otras noticias que mas que apurar nos inquietan como un nombre que oímos todos los días de refilón sin hacer demasiado caso Zaporiyia. La guerra de Ucrania continúa y se enquista. La semana que viene hará seis meses. Sus consecuencias las sufrimos a diario en la economía y en la amenaza de un invierno con racionamiento energético. Sin embargo nos sentimos muy alejados de los bombardeos, de la crueldad de la guerra. Pero ¿qué pasaría si la guerra provoca un grave incidente en la central nuclear de Zaporiyia?. Es la tercera más grande del mundo

¿Se podría producir un nuevo desastre como el de Fukushima o Chernóbil o ese escenario es improbable?