¿Te acuerdas cuando a finales de 2019, después de cuatro elecciones generales en cuatro años pensábamos que el acuerdo de Sánchez y de Iglesias suponía que no habría más convocatorias electorales y más campañas en mucho tiempo? Este verano, después de las elecciones vascas y gallegas, en teoría no había más elecciones por delante que las catalanas. Y después de las catalanas dos o tres años sin campañas electorales. Eso es lo que nos habíamos creído. Pues nada, aquí estamos otra vez en campaña.

Es la campaña infinita. Hay algo de patólogico en nuestros políticos que no son capaces de dedicarse al modesto, paciente y poco lucido trabajo de la gestión diaria. La campaña infinita, que ahora es la campaña electoral de Madrid ha dominado hoy la sesión de control del Congreso.

Casado seguramente confunde el deseo con la realidad al hablar de un Gobierno que hace aguas.

Sánchez es el menos indicado para criticar a Casado por dar mitines porque él no ha hecho otra cosa desde que ha llegado a Moncloa. Pero el que está encantado, ya no se aburre, es Iglesias, que por supuesto compatibiliza la vicepresidencia en el Gobierno, el escaño en el Congreso y la precampaña en Madrid. En la precampaña de Madrid se está hablando mucho de comunistas y fascistas. Iglesias ha defendido a los comunistas.

Es verdad que el Partido Comunista de España tuvo un importante papel para facilitar la transición y la vuelta de la democracia a España. El PCE desde 1950 apostó por lo que llamó la reconciliación nacional, lo que supuso una ruptura con lo que había defendido el Partido Comunista en la república y en la Guerra Civil. El PCE de la transición votó a favor de la ley de amnistía que era una forma de pasar página.

El PCE de la transición renunció a la bandera republicana y aceptó la monarquía. Por eso hace mal Ayuso en aceptar que Iglesias monopolice la palabra comunista. El problema de Iglesias es que todo lo que ha hecho desde Podemos es destruir lo que hicieron los comunistas de la transición. En España no hay fascistas como dice Iglesias, y si hay son cuatro nostálgicos. En España había franquistas y la inmensa mayoría se esfumaron cuando los procuradores en Cortes votaron la ley de reforma política en 1977 y cuando los españoles votaron la Constitución.

Estamos ya en precampaña, la campaña infinita. Las dos primeras encuestas dicen que Ayuso roza la mayoría absoluta pero no la tiene garantizada. Dependerá mucho de Ciudadanos, de como llegue el partido naranja al 4 de mayo. De momento ya ha habido una fuga en el grupo en el Congreso, se han quedado en 9.