Aquí estamos, esperando la llegada de los campeones de baloncesto del mundo. La victoria de España en el mundial de balocento, dicen los que se saben de esto, se debe al trabajo de Sergio Scariolo.

Sánchez es mejor en la táctica política que como analista deportivo. En 2011 en el eurobasket de Lituania decía en twitter que el problema era Scariolo, el entrenador. Se equivoca en deporte Sánchez pero consigue lo que se propone en política: que haya una repetición electoral para gobernar en solitario.

Esta mañana ha comenzado la segunda ronda de consultas con el Rey, y Felipe VI le ha dejado claro a los que han pasado por Zarzuela que el no tiene la misión de poner de acuerdo a los partidos, por si hubiera alguna duda. Eso en principio significa que el Rey no va a proponer, este martes una nueva sesión de investidura.

Pero el cotarro lo ha animado Rivera a última hora mañana. Los cálculos partidistas y personales van a provocar que España tenga un gobierno provisional durante casi un año. Sánchez convocó las elecciones generales antes de las municipales y autonómicas y ha dejado pasar el verano en blanco. Ha alargado irresponsablemente los plazos. Es cosa de Sánchez y es cosa de Rivera que prometió que no apoyaría a Sánchez y que ha mantenido su promesa aunque el mundo de la empresa y el llamado sector crítico de su partido, que cada vez son menos, le decía que debía de cambiar y apoyar. Rivera, empeñado en ser el líder de la oposición, empeñado en ser más duro que el PP, ni acudió a la última ronda de reuniones convocada por Sánchez. Mientras Casado ofrecía pactos de Estado, Rivera negaba la palabra y el saludo.

Y ahora cuando falta una semana para que espire el plazo para que se repitan las elecciones cuando todas las encuestas dicen que va a ser el gran perdedor de esa repitición electoral, con una caida que puede llevarle de 57 escaños a 35, ahora Rivera dice que quiere hablar con Sánchez para que los dos partidos se abstengan si el Gobierno cumple tres condiciones: que "rompa su pacto con Bildu en Navarra" y que el PSN-PSOE acuerde un gobierno constitucionalista de coalición con Navarra Suma que deje fuera a los nacionalistas, que Sánchez se comprometa a no subir los impuestos y que se abra una mesa de negociación para estudiar la aplicación de un nuevo artículo 155 de la Constitución en Cataluña si el Govern de Quim Torra desacata la sentencia del proces

Hace unas horas Rivera pedía la aplicación inmediata del 155, no una mesa de negociación. En el PP dicen que les parece bien la idea pero que es Sánchez el que tiene que contestar. Y Sánchez ya ha contestado. Dice que ya cumple las tres condiciones.

La jugada de Rivera es demasiado evidente; quiere evitar el desgaste, después de meses sin querer hablar ahora pone unas condiciones de imposible cumplimiento para mejorar su imagen. Otro político utilizando las instituciones en su favor.

La única pregunta es si en esta situación el Rey debe convocar una nueva sesión de investidura. Nada ha cambiado, no hay ningún candidato con apoyos suficientes. No tendría mucho sentido.