"Solo valía su presencia en carne mortal, no era posible recoger el acta de eurodiputado con un holograma y Puigdemont, como su compañero Comín, fugados los de de la justicia, no van a ser diputados del Parlamento Europeo.

No estaba en el Congreso de los Diputados, porque si se hubiera presentado, habría sido detenido. Puigdemont el trillero, ha intentado conseguir esa acta de diputado con un acatamiento de la Constitución que ha traído a Madrid su abogado Gonzalo Boye. El escrito acatando la Constitución que Puigdemont nunca ha respetado no ha sido aceptada por la Junta Electoral Central. El abogado de Puigdemont ha asegurado que el 2 de julio, cuando se constituya el Parlamento Europeo, su cliente va a intentar entrar.

No será la primera vez que lo intente y lo más previsible es que vuelva a encontrarse con las puertas cerradas como ya sucedió a finales de mayo. La estrella de Puigdemont se va apagando lenta e inexorablemente. Hubo un momento en que parecía que Puigdemont había ganado con su fuga. La negativa de aplicar la eurorden por parte de Bélgica y la decisión de no extraditarlo tomada por un tribunal de Schleswig-Holstein hace algo menos de un año provocó la situación de que Puigdemont había vencido al Estado de Drecho español y europeo. Pero cuando ha pasado un año corto, las cosas se han ido poniendo en su sitio. En las elecciones generales y en las municipales JxCAT ha sufrido un importante retroceso, solo había obtenido algo de ventaja en las europeas, pero esa ventaha queda ahora frustrada. Esta misma mañana el líder líder de JxCat en el Parlament, Albert Batet, se ha quejado con amargura de que, tras la jornada del pasado sábado 28 localidades donde su partido ganó el 26M se ha quedado sin la vara de alcaldepor pactos de la oposición. En los que estaba ERC.

La estrella de Puigdemont declina no solo en lo político, también lo jurídico. A finales de mayo el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) tomó una importante decisión: rechazó ayer por unanimidad,por una unannimidad, su demanda contra la decisión del Tribunal Constitucional de anular el pleno del 9 de octubre del 2017 en el que se iba a declarar la independencia de Cataluña. La Corte europea argumenta que la suspensión era «necesaria en una sociedad democrática» para «el mantenimiento de la seguridad pública, la defensa del orden y la protección de los derechos y libertades de los demás”. Con estos razonamientos parece que, por fín, el huido en Waterloo empieza a ser puesto en su sitio.