Lady Gaga ha sido el centro de atención en la ceremonia de los Grammy celebrada hace unas horas. Una ceremonia algo deslucida por la ausencia de muchas estrellas de la canción en la que Lady Gaga ha tenido palabra muy certeras sobre la enfermedad mental: nos ha invitado a cuidarnos unos a los otros y a reconocer cuando tienes problemas, cuando estás herido, hay que reconocerlo y buscar ayuda. Y la que está claramente herida es la legislatura. Después de la manifestación de este domingo pidiendo elecciones ya en Colón, el Gobierno se ha dedicado el lunes a descalificarla. Pedro Sánchez, a través de twitter se ha querido presentar como el hombre de centro, poniendo al mismo nivel a los que se manifestaron en Colón y a los independentistas. Sánchez parece que quiere sacar todavía adelante los presupuestos y hace saber que baraja elecciones para el 14 de abril para que los independentistas retiren sus enmiendas a la totalidad. Todo esto cuando faltan horas para que comience el juicio por el proceso de secesión. A los diez de la mañana se sentarán los doce acusados y Torra, que asistirá al inicio de las sesiones, ha asegurado que venir espera que el tribunal le garantice la seguridad porque corre riesgos. Es difícil imaginar a qué tipo de audiencia puede Torra estar dirigiéndose cuando asegura que su seguridad corre riesgo en Madrid. Sabemos que la demonización de las instituciones del Estado y de Madrid ha sido una estrategia habitual del independentismo. Pero que Torra pinte Madrid como un lugar peligroso en el que hay amenazas que le acechan es un insulto a la inteligencia. Los que no tuvieron garantizada la seguridad fueron, por ejemplo, los Guardias Civiles, que el 20 de septiembre de 2017 hicieron un registro en la Consejería de Economía. Mañana empieza el juicio y el abogado de Junqueras, Van Den Eynde, ya ha empezado a darnos momentos de gloria. Hace unas horas ha asegurado que en realidad todo el mundo está de acuerdo en que no hubo rebelión. Parece que al abogado de Junqueras le han traicionado los nervios. Si todo el mundo tuviera tan claro que no hay rebelión nos ahorroriamos un juicio con 500 testigos. Habrá quien diga que no hay rebelión, pero la fiscalía lo tiene muy claro: hubo rebelión porque hubo un concierto de voluntades desde el 30 de marzo de 2015 para impulsar una independencia. Los conjurados recurrieron a la violencia y no se detuvieron cuando los Mossos les advirtieron de que se podía producir.