La Foto del Día: "En los pozos del ambar cosechan el alma"

La foto que me ha llamado la atención la he visto hoy en El País. Los protagonistas son hombres que sonríen en una carretera de un país lejano, en Oriente. Han detenido sus motocarros, sus camionetas y bajo un cielo muy azul, esos hombres, con barbas descuidadas, pañuelos y turbantes en la cabeza, cimitarras en la cintura, esos hombres con faldas por pantalones, con miradas duras, con la piel tostada desde que los abuelos de sus abuelos estaban en el campo, esos hombres sonríen y muestran orgullosos dos botellas y un bidón llenos de un rubio tesoro. Esos hombres son apicultores, crían abejas y en los pozos del ambar cosechan el alma y la sangre doliente de las flores, alma la sangre doliente de las flores que en ocasiones es oro derretido, a veces néctar cobrizo o castaño. Los hombres de la foto son mieleros que han cruzado un país en guerra, ellos son los únicos que pueden ir y venir sin que los soldados los detengan. Llevan la miel dulce, la miel dulce como los ojos de los niños, la miel dulce como las sombras de una noche de verano, la miel dulce como la voz de la amiga. Se paran las guerras porque llegan los mieleros de un país lejano, porque traen en garrafas la miel que suaviza la garganta de quien grita penas, porque traen en botellas un sol amanecido. La guerra es menos guerra si deja pasar a los mieleros. Dame mielero lejano, mielero de Oriente, también a mí, dame ese tesoro tuyo que tengo la boca de la costumbre muy amarga.