La Foto del Día: "Casi sin querer, le hace desear más vida"

La foto que me ha llamado la atención la ha tomado en Mariupol, un trabajador de la Agencia Reuters, que es una agencia internacional de noticias. Retrata una escena desordenada pero aparentemente pacífica. Un hombre con cazadora y pantalones vaqueros está sentado a la puerta de su casa en un banco de madera. Se agarra el mentón con una mano y mira pensativo a la cámara. El protagonista de la imagen tiene delante una pequeña mesa elegante atiborrada de una mezcla extraña de objetos domésticos: tres tazas de café amarillas, un bote de cristal, un champú...También en el banco se despliega un bazar: bolsas de detergente, botellas que parecen de aceite. A la izquierda un mueble blanco de baño con un espejo mudo, a la derecha un bidón y una cacerola. Para entender cómo se ha formado el extraño bodegón hay que mirar atentamente la fachada de la casa. Parece una chabola. Y en realidad es un improvisado montaje de chapas y conglomerado para tapar el gran boquete que ha dejado un misil. Cosa llamativa, junto al banco del protagonista de la foto, una silla desparejada parece estar esperando un huésped. El protagonista de la foto piensa 300 veces al día que ha perdido la partida, que se equivocó al no huir a tiempo, que los errores se pagan caro, que lo único que le falta es que la visita de la guadaña, y sin embargo, en el fondo, espera que alguien intervenga, que algo suceda. El protagonista de la foto mira a su alrededor, mira sus cosas más familiares ya huérfanas, y piensa que la vida es limitada, qué se le va a hacer, es necesario resignarse. Pero por debajo de pensamientos le corre por el alma una especie de arroyo que, casi sin querer, le hace desear más vida.