Llevamos días, semanas, hablando del coronavirus. En todo el mundo se encuentran miles de personas afectadas por una enfermedad que comenzó a detectarse en China, y más tarde, en países como Italia o el nuestro, en donde ya se encuentran afectados en todas las comunicades autónomas a excepción de Murcia y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.

Se habla de aislamientos y cuarentenas, maneras de prevenir el contagio, debates sobre qué medidas hay que tomar. La realidad es que en nuestro país superamos ya la cifra de los 300 afectados por COVID-19. Cinco personas ya han muerto con el virus (que no por el virus, que es diferente). Además otras dos personas se han recuperado de la enfermedad sin ningún tipo de problema.

Pasar por una enfermedad tan mediática, que causa tanto revuelo y miedo, no es una novedad. Ni para nosotros, ni para ella: Teresa Romero.

Hace algo más de 5 años, en octubre de 2014, la auxiliar de enfermería Teresa Romero contrajo el ébola. En el sonido anterior se puede escuchar el momento en el que hablaba con un periodista de La Razón mientras se encontraba ingresada y aislada en el área que el Hospital Carlos III de Madrid montó para tratar a los españoles afectados por el ébola.

Fue allí donde se infectó poco después de atender a Miguel Pajares, un religioso que se contagió en Liberia y que fue traído a España para superar la enfermedad. Se curó en dos semanas, pero sabe lo que es vivir aislada, con una enfermedad dentro aún peor que el coronavirus, y muy cuestionada socialmente. Una realidad que Teresa Romero ha contado ante los micrófonos de 'La Noche de COPE'.