Por primera vez en España, se extrae y se produce niobio y tántalo, el oro negro de los móviles y la industria tecnológica. Un equipo del Consejo superior de Investigaciones Científicas ha conseguido separar estos dos minerales en un proyecto que se está desarrollando en la mina de Penouta en Viana do Bolo, un pequeño municipio de Ourense cuyos habitantes siguen viviendo del campo y del ganado.

Hace dos años que en la mina de Penouta se extrae niobio y tántalo. La novedad es que el CSIC, en colaboración con otras empresas, ha conseguido mejorar el proceso de separación de estos metales aumentando su calidad un 97% en el mercado. Habitualmente España tenía que recurrir a otros países para realizar este proceso de separación.

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El proyecto se llama Estannio y lo lidera Félix Antonio López, nos afirma que “esta investigación es el germen para un futuro industrial que esperamos que sea pronto. La suerte es que es un yacimiento muy importante, las escumbreras son de varios millones de toneladas. La minería subterránea que tiene el yacimiento es muy importante (...) y resulta que en Europa es la única que hay”.

El coltán, cuyo nombre viene de la fusión de colombita y tantalita, es uno de los metales más preciados del mundo, con él se fabrica desde teléfonos hasta armas inteligentes.

Se puede utilizar para elaborar condensadores, ya que puede acumular gran carga de energía eléctrica y liberarla cuando es necesaria en circuitos integrados.

Entre los metales más preciados está el Californio, cuyo gramo cuesta entre 25 y 27 millones de dólares. España esconde un gran tesoro minero bajo su suelo. Al margen del niobio y el tántalo, encontramos otros minerales valiosos, como el litio, el cobre o el Wolframaio.

Muchos proyectos mineros se encuentran paralizados por diferentes razones, pero sobre todo por el impacto medioambiental que conllevan.