Imagínate levantarte a las nueve y llegar al trabajo a las ocho. A la mayoría de mortales les parecerá imposible, pero hay cientos de personas, a las que les pasa día tras día, y son españoles. Y viven en España, pero trabajan en Portugal y ahí la cosa es distinta por el cambio de hora.

Nini ha estado durante seis años trabajando en el campo en Portugal, a unos 30 kilómetros de Extremadura: “Yo en Portugal entraba a las siete en invierno, y a las cinco en el horario de verano”. Como ella, y según los últimos datos conocidos, alrededor de 600 personas cruzan todos los días la frontera más antigua de Europa para trabajar en un país extranjero. Y es que aquí, en la Península, es el único lugar en el que se da este fenómeno en el que nos hemos parado justo cuando vamos a cambiar la hora de nuestros relojes. Ya sabes que esta próxima madrugada, a las 3 volverán a ser las 2.

Cuando personas como Nini llegan a Portugal, los móviles y los relojes se cambian de golpe. Y al salir del trabajo para volver a España, vuelven a girarse de nuevo. Viven en un constante cambio de hora. Algo, que como es lógico, les afecta para todo, de hecho Nini nos ha contado que muchas veces se ha confundido mirando la hora para volver a Badajoz.

Confusiones entre los compañeros, pero también es algo que les puede afectar físicamente, en el reloj biológico, como nos ha explicado la doctora Alba García Aragón, médico general especialista en sueño del Instituto del Sueño… “Puede afectarnos a nuestra salud, especialmente al sueño, pueden darse problemas de insomnio... a largo plazo puede tener consecuencias menores como por ejemplo obesidad, trastorno del estado de ánimo...”

Nada alarmante, eso es cierto. ¡Y es algo que también pasa a la inversa! Según los últimos datos arrojados por la agencia EFE, unos 1.400 portugueses estaban inscritos en la Seguridad Social de Extremadura. Es decir, que si un portugués entra a las ocho y media hora española, y tarda en llegar al trabajo unos 30 minutos desde su casa en Portugal, se tiene que levantar como mínimo a sus seis y media para coger el coche a sus siete, y hacer un viaje al futuro para media hora después estar en su trabajo en España a las ocho y media.

Claro, estarás pensando que todo sería más fácil en el supuesto caso de que en toda la Península tuviéramos el mismo horario. De hecho, un estudio realizado en la Universidad de Murcia y en el Instituto Carlos III de Madrid, muestra que el horario de Portugal es más beneficioso que el nuestro. ¿Por qué? Pues entre otras razones, se señala que los españoles comemos y cenamos más tarde que los portugueses, es decir, que vamos sumando tiempo a nuestra rutina; Y por otra parte, también destacan que el horario portugués permite un mejor aprovechamiento de la luz solar. Eso sí, en las horas de sueño, apenas encontraron diferencias, dormimos igual de bien en toda la Península.