Retrocedemos 10 años. Y es que te vamos a contar la historia del colirio defectuoso'Ala Octa'. Entre 2014 y 2015, más de un centenar de personas fueron operadas de los ojos: de cataratas, desprendimientos de retinas... Intervenciones poco complicadas, pero al salir del quirófano, aún sin saberlo, habían perdido la visión para siempre.

¿El culpable? Un colirio de una farmacéutica alemana que había llegado a los hospitales en lotes defectuosos.

La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado ahora una querella a la empresa responsable de este fármaco que provocó.

Ceguera total

Los médicos de distintos hospitales de toda España lo aplicaban a sus pacientes sin saber que, debido a su composición, mataría el nervio óptico dejando el ojo intervenido totalmente ciego.

Cuando se comprobaba el resultado de la operación, nadie podía explicar qué era lo que había salido mal.

Carlos Gómez Menchaca abogado experto en casos de negligencia médica, empezó a sospechar que no se trataba de un error médico. "Nosotros ya en el año 2015 empezamos a recibir los primeros supuestos de casos derivados de estos desprendimientos de retina que se les aplicaba a un gas que es este colirio Ala Octa y nos parecía muy extraño. Eran de intervenciones sencillas y comunes, que al final originaban una ceguera total del ojo intervenido y además irreversible como consecuencia de una necrosis del nervio ocular durante", explica a COPE.

Durante unos meses estos casos siguieron siendo un misterio, hasta que un estudio destapó la causa. "Unos lotes concretos de Ala Octa es resultaron ser tóxicos. Esto se averiguó gracias a la intervención de un instituto muy acreditado que manifestara sin lugar a duda que tenía una toxicidad del cien por cien y por lo tanto originaba de forma inmediata de la necrosis del nervio óptico con la pérdida de división del ojo".

Eso sí, lamentablemente, desde que aparecieron los primeros casos hasta que se efectuó el estudio, se siguió utilizando en decenas de pacientes.

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¿Quiénes eran responsables de evitar esta tragedia?

Pues además de la compañía farmacéutica y Allianz, su aseguradora, el juzgado determinó que la Agencia Española del Medicamento no supo ejercer su obligación. "El juzgado condenó por vez primera en la historia a la Agencia Española de Medicamento por el daño originado a una mujer de Cantabria por entender que habían hecho dejación de la única obligación que tienen que es precisamente la prevención de estos supuestos".

Indemnización

La mayoría de los afectados han recibido una indemnización, pero a algunos aún no les ha llegado y los responsables se niegan a pagar a pesar de las sentencias.

Este es el caso de dos de sus clientes. Hay personas "que llevan un año con una sentencia firme de 640.000 euros uno de ellos de más de 500.000 euros el otro y resulta que nos obligan a ir hasta los últimos pasos y si efectivamente burlan a la justicia española no nos va a quedar más opción que una querella criminal también contra la propia compañía aseguradora".

Y es que ya han pasado casi diez años desde que los pacientes afectados perdieron la visión, pero la aseguradora responsable del pago está retrasándolo todo lo posible.

Uno de ellos Adolfo Aguilera, de 79 años, que tenía pendiente desde hace un año una indemnización de Allianz de cientos de miles de euros.

Se operó hace casi diez de un desprendimiento de retina, y como ya tenía un ojo vago, quedó completamente ciego. "Yo veía perfectamente y cuando me echaron ese producto perdí la vista, no veo nada", explica a La Mañana Fin de Semana COPE.

A él, el colirio defectuoso le robó la posibilidad de ver cómo crecían sus nietos. Pero no se quedó solo en lo físico, también hizo estragos en su salud mental.

La compañía aseguradora Allianz no está cumpliendo con la sentencia firme que le obliga a indemnizar a Adolfo, y mientras tanto él tiene que hacerse cargo de todos los gastos contando tan solo con su pensión. "Estoy agotado porque hay muchos gastos de médicos, viajes y con una paguita..."

Ahora, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha presentado una querella contra la empresa responsable de este colirio y su aseguradora, después de que se hayan ignorado las sentencias de todos los tribunales anteriores.