Audio

El Gobierno sacó adelante el pasado miércoles la prórroga del estado de alarma, in extremis y por 15 días más. En principio se vendió cómo un éxito que duró muy poco, hasta que la portavoz de Bildu destapó la caja de Pandora para el PSOE.

Bildu aceptaba abstenerse a cambio de la derogación íntegra de la reforma laboral del PP. Y eso estaba por escrito y firmado también por los portavoces del PSOE y de Unidas Podemos. Derogación íntegra

Lo negoció el PSOE con las prisas y los nervios ante una votación que se presentaba complicada. Lo propició y respaldó Unidas Podemos y se supone que lo sabía el jefe de filas, Pedro Sánchez, pero no lo sabía la vicepresidenta económica Nadia Calviño que siempre ha defendido limitar esa derogación a lo que llaman “aspectos lesivos con los trabajadores“ pero no eliminarla por completo porque, ese ala del Gobierno de coalición, sabe que esa eliminación total generaría un problema económico y laboral en el peor momento posible. Sin embargo, el propio Pablo Iglesias reconoce que está firmada la derogación íntegra, mientras el PSOE intenta matizarlo.

Es un autogol por la escuadra que se ha metido el Partido Socialista

Ha sido una chapuza política de calado, un autogol por la escuadra que se ha metido el Partido Socialista por mucho que ahora trate de culpar a todos (menos a sí mismo).

El argumento en las filas socialistas es que “la culpa la tiene el PP porque no apoyó el estado de alarma y se han visto obligados a negociar con Bildu”. Esto suena a pataleta infantil después de una metedura de pata. Un error en el peor momento, y por eso tratan de matizar lo firmado. Si fuera un buen acuerdo, estarían presumiendo de él y no renegando.

No se enteraron ni ministros del propio Gobierno, ni sindiactos ni sector empresarial. Al final no se enteró nadie de los que realmente tienen algo que decir sobre el futuro de la reforma laboral.

La firma del PSOE con Bildu llega en el momento más inoportuno

Y la firma del PSOE con Bildu llega en el momento más inoportuno, cuando estamos ya en el umbral de una crisis económica muy grave, cuando hay centenares de miles de españoles que todavía no han cobrado un euro de los ERTE cuando sectores tan importantes como el turismo dan por perdida la temporada de verano, cuando sectores tan importantes como la automoción se ponen en jaque. Cuando cuando miles de pequeñas y medianas empresas de este país van a luchar y están luchando ya contra la tormenta que se avecina muy tocados después del parón del coronavirus. Cuando llega el momento de negociar con Europa el dinero ingente que vamos a necesitar... Y ahora precisamente es cuando se abre la puerta a cambiar de forma radical las reglas de juego del mercado laboral.

Qué confianza puede generar un Gobierno que a un lado de la mesa dice una cosa y al otro lado dice otra. Donde la portavoz dice que no habrá derogación total y el portavoz de Podemos, Echenique dice que, literalmente, "se la van a cargar" por completo.

¿Quién dice la verdad? Al final, ¿quién manda? ¿Qué versión apoya el presidente del Gobierno?

• Left6:No existe configuración de publicidad para el slot solicitado